Sin cambios

El presidente norteamericano sigue afirmando que no acaba de creerse lo del cambio climático. Y los chinos, que hasta ahora opinaban algo parecido a lo que piensa el cerebro de Donald Trump, aseguran que somos los bípedos quienes hemos acelerado artificialmente un fenómeno hasta ahora naturalmente pausado. Y Macron al fin está contento de que le escuchen, que ya avisó él del informe que presentará hoy el ministro francés de Transición Ecológica que augura que en el próximo medio siglo el agua se reducirá en el Hexágono en un 40%. Siempre nos quedará el vino, claro, pero por ahora no sirve para refrigerar los reactores nucleares que producen tres cuartos de la electricidad del país y parte de la que se consume en el extranjero y que gastan cantidades inmensas de agua. Una solución sería apagarlas, pero por ahora no es viable. Como tampoco lo es eliminar las granjas de la primera potencia agroganadera de Europa, que consumen un tercio del agua del país en abrevar animales criados industrialmente y en regar monocultivos interminables sazonados con pesticidas. Sí, Trump sigue negando lo del calentamientoy, por ello, Macron ha pensado que cuando el muñeco diabólico llegue a Biarritz para el G7 se lo va a explicar con dibujos. Ahora, lo de hacerse mirar lo suyo, si eso para otro día. No hay cambios.