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Vuelve la represión por la fuerza de la ikurriña al balcón consistorial


El autoritarismo del alcalde Enrique Maya regresó con toda su crudeza a los balcones del Ayuntamiento. Los concejales de EH Bildu y Geroa Bai tenían asignado un balcón para asistir al chupinazo. Como ya se hacía anteriormente, los ediles tenían intención de desplegar una ikurriña en el barandado de esa balconada. Pero no consiguieron hacerlo puesto que el alcalde envió a la Policía Municipal contra ellos. Hubo forcejeos entre los concejales Maider Beloki, Amaia Izko y Joxe Abaurrea (EH Bildu) e Itziar Gómez (Geroa Bai) y los agentes municipales que saldaron con algunas magulladuras para los cargos electos. Y, sobre todo, se vivió con mucha angustia. Al final, no se pudo colgar la ikurriña en el balcón.

Durante los forcejeos, que duraron minutos, la edil Beloki cayó al suelo. Según relató a GARA esta concejal, la sacaron del balcón tirándole de los pelos y continuaron tirándole de los pelos para llevársela de ahí a rastras. «Ha sido una agresión y ha sido por orden de Alcaldía», denuncia Beloki, que acabó con moratones por los brazos.

A Beloki también le duele la falta de empatía de sus compañeros de Ayuntamiento, que hacían la vista gorda mientras todo eso pasaba. Ana Elizalde, de Navarra Suma, culpabilizó a los representantes públicos de EH Bildu y Geroa Bai de todo lo ocurrido. «Siempre la liais los mismos», les espetó.

Lo ocurrido no fue, para nada, un imprevisto. Tres agentes de Policía estaban custodiando ese balcón concreto. No había policías en ningún otro balcón. Cuando se abrió la puerta, salieron a la balconada para llevarse la ikurriña por la fuerza.

«Las escenas que se han vivido son de una gravedad terrible», denunció el exalcalde Joseba Asiron. «Me sorprende que Enrique Maya haya dicho que no iba a perseguir la ikurriña y que justamente hemos visto que ha sucedido lo contrario».

Asiron acudió a pedir explicaciones al alcalde. Pero este no se las quiso dar, simplemente dijo que la ikurriña «genera crispación». El líder de EH Bildu no llegó a salir al balcón, porque en ese momento estaba atendiendo a medios de comunicación.

Asiron afirmó que el episodio es muestra de «hasta dónde llega el odio de esta gente». En su opinión, la ikurriña no crispa «sino que lo que crispa es el uso de la fuerza». En este sentido, el exalcalde recordó que la ikurriña «además de legal, es muy sentida por la gente. Solo crispa si se mira con unos ojos que siguen anclados en el fascismo».

EH Bildu ha lanzado un llamamiento a la calma. «Lo que estamos diciendo es que no hay que caer en las provocaciones. Se ha hecho un trabajo enorme por la convivencia en los últimos cuatro años. Da la impresión de que todo ese trabajo se quiere tirar a la basura».