Amaia U. LASAGABASTER
Athletic

San Mamés y el Barcelona se rinden ante Aduriz

Una chilena del guipuzcoano, a un minuto del final y cuando solo llevaba dos sobre el campo, decide el partido.

ATHLETIC 1

BARCELONA 0

 

San Mamés vivió un inicio de temporada para enmarcar. No faltó de nada en el primer partido del curso. Un rival histórico, una buena primera parte del Athletic, una buena ración de sufrimiento tras el descanso y el éxtasis final. Un gol en el minuto 89, un golazo, y con la firma de Aritz Aduriz, que hace unos días anunciaba su despedida y que apenas llevaba dos minutos sobre el campo. Un guión que habría firmado el mejor de los novelistas.

Se rindió, una vez más, San Mamés ante su ídolo. Y lo hizo también el Barcelona, al que tampoco pilla por sorpresa. A nadie, en realidad, porque el guipuzcoano nunca deja escapar la oportunidad de agrandar la leyenda en la que se ha convertido hace ya mucho tiempo.

La espectacular chilena con la que decidió el choque premió la buena actuación que había firmado durante muchos minutos su equipo. Un Athletic que fue superior en el primer tiempo y que, aunque sufrió tras el descanso, nunca acabó de perderle la cara al partido.

Una hora antes de que arrancase, se resolvió la primera duda de la temporada: Gaizka Garitano se decantó por Unai Simón para defender la portería rojiblanca. El alavés ya había partido en el primer once de la pasada campaña, entonces con Eduardo Berizzo en el banquillo, pero desde que Gaizka Garitano se hizo con las riendas del equipo, el elegido para la titularidad había sido Iago Herrerín. La alineación rojiblanca también deparó alguna sorpresa, como la presencia de Iker Muniain, que por lo visto durante el verano apuntaba más al flanco derecho, por delante de Yuri Berchiche, o la de Unai López junto a Dani García, lo que sentó a Beñat en el banquillo y envió a Mikel San José en la grada.

No lo hizo mal el centrocampista de Errenteria, que incluso probó a Ter Stegen con un buen chut desde la frontal, pero un grave error –prácticamente el único que cometió el equipo en todo el primer tiempo– afeó su actuación. Y estuvo a punto de costar los tres puntos. Llegó a un cuarto de hora del descanso, cuando Unai López cedió el balón atrás sin mirarse y, por tanto, sin percatarse de que Luis Suárez estaba solo en el área. La pelota le llegó al uruguayo que, con Unai Simón vendido, la estrelló en la madera.

Lo más curioso es que la posición de Suárez se debía a la lesión del futbolista, que se había quedado parado al sentir molestias musculares y que, de hecho, se marchó al banquillo de inmediato, dejando su lugar a Rafinha. Un mal cambio para el Athletic porque el brasileño hizo bastante más daño del que había hecho su compañero.

Tampoco es difícil porque hasta ese balón al palo, Suárez había pasado casi desapercibido. Mérito en buena medida de su rival, superior durante el primer tiempo. Mucho más intenso que el Barça, el equipo bilbaino salió a morder y no dejó de hacerlo prácticamente hasta el descanso. Con Williams muy activado, Ter Stegen tuvo que lucirse en un par de ocasiones para salvar a un equipo que, mediado el primer tiempo, consiguió hacerse con el balón. Eso frenó un tanto al Athletic pero, con la bajada de ritmo, a los catalanes les costó hacerle daño. Y además tampoco duró demasiado. El equipo de Garitano apenas tardó unos minutos en volver a las andadas para acercarse más a la portería rival que a la propia, incluso tras el susto de Suárez y la entrada de Rafinha, aunque el primer tiempo acabó con un susto morrocotudo: un chut del propio Rafinha que sorprendió a todos, aunque Unai Simón reaccionó a tiempo para rozar la pelota y desviarla a la cruceta.

El partido, ya con Rakitic en el campo, cambió tras el descanso. Para mal. El Barcelona aumentó el ritmo y ganó metros para meterse en la parcela local. Y a su anfitrión le tocó sufrir todo lo que no había sufrido hasta entonces. Y eso que Griezmann, al que tan bien se le da San Mamés, seguía sin dar señales de vida. Ya lo hacía Rafinha de su parte, también Dembelé, mucho mejor que en el primer tiempo ahora en banda izquierda, un Jordi Alba más entonado, el propio Rakitic que rozó el gol en un par de ocasiones...

El equipo de Garitano sufría, aunque tampoco acababa de perderle la cara al partido. Unai López y Williams volvieron a probar sin mucha puntería.

Las emociones se acumularon en la recta final. Por lo que apretaba rival pero también por las emociones reservadas a la familia rojiblanca. Desde el debut de un nuevo cachorro, Oihan Sancet, hasta la primera de las muchas ovaciones que recibirá aún Aduriz. El donostiarra la hizo eterna con una chilena que rindió a San Mamés y al Barcelona.