Curro VELÁZQUEZ GAZTELU
IRUÑEA

Flamenco On Fire, un certamen que va más allá de un festival al uso

Con tan solo seis ediciones a su haber, el festival iruindarra Flamenco On Fire, que se celebrará a partir de hoy y hasta el 25 de agosto, está ya considerado como uno de los diez mejores festivales flamencos del mundo y en la pelea por entrar en el top five del Estado español. La suerte es que lo tenemos en Euskal Herria y también la suerte de que el protagonista y el hilo conductor del certamen también fue iruindarra, Agustín Castellón Campos «Sabicas».

Sabicas, un gitano de pro de la Calle Mañueta de la parte vieja de Iruñea, que aparte de ser maestro de Paco de Lucía, fue venerado en Nueva York, gracias a sus memorables conciertos de guitarra.

Nadie fue capaz de llenar los mejores teatros de la ciudad de los rascacielos hasta colgar el cartel de “sold out”, tan solo con una guitarra, delante de miles de personas. Sin percusión, sin segunda guitarra, sin cante, sin baile. Él y su guitarra. Nunca entenderemos por qué ha sido y aún todavía es más conocido en la propia Nafarroa un yankee como Hemingway, que un personaje tan nuestro de la talla de Sabicas. Y gracias a eventos como Flamenco On Fire se está sacando del inmerecido letargo a la figura del maestro.

Flamenco On Fire va más allá de un festival al uso. Es un encuentro, donde la propia organización hace la labor de acercar el flamenco a quien lo desconoce; pone en alza a aquellos artistas, que ya tienen su recorrido para hacerle su homenaje; facilita espacio para el encuentro de profesionales, etc…

Por eso Flamenco On Fire se está convirtiendo en un Encuentro Internacional de Flamenco. Y ahí es nada. Y tenía que ser en Euskal Herria. Hay que reconocer que Flamenco On Fire, desde sus inicios, está dirigido a un flamenco mainstream, a un flamenco que inspira confianza al público más mayoritario y no tan adentrado o doctorado en la materia, sobre todo si nos atenemos a la programación principal y la que se realiza en el Baluarte a las 21.00 todos los días que dura el festival.

Este año la presencia de Sara Baras, Ketama, José Mercé, Tomatito, Jorge Drexler, Rocío Márquez, Rocío Molina e Israel Galván, es clara evidencia de ello. Sobre todo dándole cabida a la danza y a un flamenco más apto para oídos menos instruidos al flamenco más ortodoxo.

Precisamente para ello, está la programación nocturna, un formato que nos recuerda a la de los tablaos, donde la distancia es menor entre el público y la escena y donde se puede disfrutar de fórmulas más clásicas de entender el flamenco. Será en el Hotel Los Tres Reyes a las 23.30 y estará Rancapino Chico, Carlos y David de Jacoba, Juan de Juan, El Farru, María Terremoto y Paloma Fantova.

No podemos olvidar el Flamenco en los Balcones, donde los antes nombrados y otros tantos, se darán cita al mediodía entre el balcón del Ayuntamiento, el del Hotel La Perla y el de la Calle Mañueta. Este año la Jam Flamenca se hará en un lugar nuevo, El Bosquecillo, al lado del Hotel Los Tres Reyes. Allí se encontrarán los Dj’s Flamencos y las propuesta para la Jam propiamente dicha. Este año han diseñado un espacio en la que lo han titulado “Generaciones, mitos y promesas”, en las que artistas de la vieja y de la nueva escuela se darán la mano sin prejuicios: Rancapino, Curro Albaycín, María José Llergo, José del Tomate, Sergio de Lope y Ezequiel Benitez.

Una de las citas más underground, y por lo tanto más interesantes, ya que se aleja de lo comercial y del talante globalizador serán las VI Jornadas de Arte Flamenco de Iruñea en memoria de Sabicas, donde habrá una Flash mob, clases magistrales, talleres, documentales, actividades para niños, mesas redondas y experiencias flamencas varias.

Un Festival, que cada año se supera. Un festival que cada año va impregnando las calles de Iruñea y donde cada vez la gente se implica más. Es uno de esos eventos en donde los hosteleros de la zona se van involucrando cada año más. Poco a poco se van dando cuenta de que el flamenco es universal, de que el flamenco ha surgido gracias a que hubo un lugar donde muchas culturas dejaron sus semillas musicales y que gracias a que todas fueron bienvenidas.