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Miles de personas ponen rumbo a Barcelona en las marchas por la libertad


Miles de personas se sumaron ayer a las cinco marchas por la libertad convocadas por la ANC. Salieron desde Girona, Vic, Berga, Tàrrega y Tarragona, y, tras recorrer cerca de 40 kilómetros por las principales carreteras del país, duermen a unos 60 kilómetros de Barcelona. Hoy recorrerán otros 40 kilómetros, y mañana confluirán al mediodía en Barcelona, en día de huelga general.

La presidenta de la Assemblea, Elisenda Paluzie, participó en la columna de Girona, desde donde criticó duramente la «violencia del Estado», precisamente en el día en el que Jordi Cuixart y Jordi Sànchez cumplieron dos años en la cárcel. También pidió «contención» y «proporcionalidad» a los policías. «Desde la Assemblea pedimos que se investiguen, que se analicen bien estas actuaciones y que se asuman responsabilidades», añadió.

Paluzie enmarcó así los incidentes de la víspera en las cuatro capitales catalanas, unos incidentes que volvieron a repetirse ayer en el Eixample de Barcelona y en otros lugares como Girona, con contundentes cargas policiales y algunas barricadas incendiadas, más espectaculares que efectivas, todo sea dicho.

Eso no impidió que se convirtiese en el tema del día, con ayuda de buena parte de las autoridades catalanas, empezando por el conseller de Interior, Miquel Buch, que lejos de dimitir, como le piden ya numerosos sectores, hizo una defensa cerrada de la labor de los Mossos, que están actuando en perfecta coordinación con la Policía española. Ni una autocrítica por la cantidad de heridos ni por las imágenes que están dejando las cargas policiales, que reflejan muchas actuaciones contrarias al propio reglamento policial.

La situación del Govern se complica a cada rato, más después de otra jornada de incidentes y cargas policiales como la de ayer. Torra, que caminó junto al lehendakari Juan José Ibarretxe en la columna de Girona, se limitó a rechazar la violencia al tiempo que manifestaba su apoyo a la movilización de la gente en la calle. Hoy hablará en el Parlament, donde será interesante también ver los pasos de Esquerra, que trata de articular dos discursos. En el Govern, el vicepresidente, Pere Aragonès, cerró filas con Buch, mientras el partido, ya por la tarde, emitió un contundente comunicado exigiendo «responsabilidades por las actuaciones policiales injustificadas».