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PERFIL

Björn Höcke, el «fascista» que viene de Turingia


En Gotha, ciudad de 45.000 habitantes, la xenófoba Alternativa para Alemania (AfD) lo ha invitado a una de sus «fiestas de familia». Así llama a sus actos electorales. Su invitado especial es su líder regional, Björn Höcke, de 47 años, que quiere convertir a su partido en la primera fuerza política.

A cuatro días de las elecciones, se disputa con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Mike Mohring el segundo lugar, por detrás del socialista Die Linke (La Izquierda) del ministro presidente Bodo Ramelow.

Höcke, nacido en el Oeste alemán, lidera el ala más derechista dentro de la AfD. Su retórica recuerda a la del ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels, aunque el exprofesor de Historia sabe cómo ha de expresarse para evitar una denuncia por apología al neonazismo, que en Alemania es delito. Un tribunal ha dictaminado que llamarle «fascista» no supone ni difamarle ni poner en peligro el orden público. Los magistrados aceptaron los argumentos de un grupo anti-AfD al que la Policía prohibió manifestarse por estos dos aspectos. Los magistrados basaron su veredicto en que Höcke se había referido a la capitulación incondicional nazi en la Segunda Guerra Mundial como la «derrota catastrófica de 1945». Además, abogó por un «cambio de 180 grados en la memoria histórica» y se refirió a la inmigración como «la muerte del pueblo mediante el cambio de la población».

En un reciente debate de televisión, Höcke aseguró que lo primero que hará si es elegido ministro presidente será lanzar la «iniciativa de deportación 2020». En esta campaña, el lobo de la AfD se ha puesto la piel de cordero más blanca que ha podido encontrar. Los eslóganes beligerantes han desaparecido de los carteles. Su formación promete el «cambio 2.0» y dice que «patriotismo es amar al país y a la gente». Este cambio de tono se produce tras el atentado neonazi de Halle contra feligreses judíos reunidos en la sinagoga. En Gotha, el candidato principal de la AfD, Birger Gröning, expulsa verbalmente a simpatizantes neonazis que reparten pasquines del NPD. El partido azul va a por los votos del centro y Höcke quiere dar la imagen de un ciudadano burgués que vela por la ley y el orden, la democracia y la pluralidad informativa. Quiere hacer olvidar sus fotos con neonazis.