«No veo la coalición con C’s, nuestro entendimiento será con Podemos y Más País»

Magdaleno hizo las maletas de Iruñea para mudarse a Santander, en cuya Universidad imparte clases de Derecho Constitucional. Desde que obtuvo su asiento como senador en abril, pidió una excedencia y ha regresado a la capital navarra.

«Toni, por favor». No le gusta Antonio. Fue cosa de su padre. Lleva camisa blanca con cuello alto y un pantalón oscuro. Barba de un par de días. Sonríe algo incómodo. Se siente recién llegado en política, pero se maneja bien. Es profesor universitario y va ganando comodidad conforme avanzan las preguntas. Pronto se salta ese argumentario de partido enlatado tan típico de las entrevistas electorales. Cosa, sin duda, de agradecer.

Estas elecciones parecen la reválida de una legislatura ya arrancada. Su grupo en el Senado es muy amplio. ¿Qué tareas le encomendaron?

Tuve el honor de presidir la Comisión Constitucional. Soy profesor de Derecho Constitucional. También se me asignó a la comisión de Interior y a la de Violencia de Género, la Iberoamericana y la de Reglamento y de Peticiones. La verdad es que el grupo confió en mí. Presidir la Comisión Constitucional, que es la comisión más relevante, para mí desde lo político y profesional, me parecía muy interesante. De hecho, hablé con Patxi [López] que habíamos acabado presidiendo la Comisión Constitucional en el Congreso un vasco y en el Senado un navarro.

¿Les ha dado tiempo en estos meses de bloqueo a ponerse manos a la obra?

Estuve trabajando en la Ley de Eutanasia. Creía que era una norma muy importante para personas que están en el final de su vida, que tienen una enfermedad grave e incurable. Y que quiere finar su vida de una manera indolora y en compañía de los suyos y que eso fuera una prestación de nuestros servicios sanitarios. Siempre que los sanitarios también pudieran hacer una objeción de conciencia con este tipo de medidas. Pero sí que este tiempo ha sido un trabajo más de preparación de legislatura que de legislatura en sí misma.

Sigamos con lo suyo, con la Constitución. En los últimos años ha habido un mayor tira y afloja de recursos al Constitucional de leyes navarras. Siempre parece haber una docena por resolver. ¿Hasta qué punto ve esta situación normal?

En modelos de derecho comparado, es decir, mirando países similares, resulta algo sumamente común. Nosotros abogamos por cambiar la Constitución para delimitar las competencias muchísimo mejor, para clarificarlas. Además, defendemos impulsar los mecanismos de cooperación. Muchas veces se entra al conflicto cuando tanto las CCAA y el Estado pueden plasmar una serie de objetivos comunes. A veces olvidamos que, al margen de la lucha competencial, lo prioritario es el servicio a los ciudadanos. No tanto si esta parcelita es mía o tuya.

Esta idea choca un poco con la última polémica: la de la Ley de Residuos. Navarra se adelanta en prohibir desechables de plástico como vasos, cubiertos y pajitas. Y se encuentra con Madrid, ya con el PSOE, recurriendo la ley porque quiere hacer más o menos lo mismo, pero dos años más tarde.

Me sale el profesor, aunque el fondo habría que mirarlo mejor. Sí que es cierto que el artículo 141, en el punto 23, dice que las competencias básicas del medio ambiente tienen que ser del Estado. Pero prefiero volver al tema del servicio. El tema de los residuos no es autonómico, ni local, ni nacional, sino internacional. Todo depende de Europa. Lo lógico es que se hubiesen coordinado. Lo esenecial es que vivimos en un cambio climático y que la derecha, Vox en particular, lo está negando. Y no olvidemos que Navarra Suma pactaría con Vox.

Como viene de la Comisión Constitucional y la de Interior, le mezclaré las dos. Cuando se aplicó el 155 en Catalunya, hay quien discutía si el artículo valía para Navarra, ya que habla de comunidades autónomas y Navarra es foral.

¿Aplicar un 155 a Navarra? No he oído a nadie pedir eso.

Créame que el precedente catalán genera inquietud. Ahí ha quedado para siempre.

Tengo que responder ya como profesor, no como político. Navarra tiene una serie de competencias preservadas por la Constitución, como la autonomía fiscal, nuestro régimen foral y el derecho civil propio. Pero a estos efectos es una comunidad más, así lo ha dicho el Tribunal Constitucional. En cualquiera de los casos, yo no he detectado en ningún momento que se haya planteado la aplicación en Navarra. Solo se aplicó en Catalunya en una situación muy excepcional. Ahora Ciudadanos habla de aplicarlo otra vez, pero a nosotros nos parece que, en referencia a Catalunya, una política de colaboración con las instituciones catalanas es lo más eficaz en estos momentos. Los mecanismos ordinarios del Estado son suficientes para los problemas de orden público.

¿Lo que hay en Catalunya es un problema de orden público?

Quiero recordar una cosa importante, la mayoría de los ciudadanos catalanes se han manifestado libremente en favor de lo que han considerado oportuno. Está garantizado su derecho a la manifestación, pero hemos visto que el modelo de cooperación de los Mossos d’Esquadra y la Policía ha sido eficaz para acabar con estos problemas de orden público y que los ciudadanos que no estén de acuerdo se puedan manifestar cívica y pacíficamente, por supuesto. Frente a este modelo, la derecha quiere echar fuego a un problema que se resuelve con los mecanismos ordinarios y que lo hemos demostrado. Incluso el independentismo se encuentra en un momento de lucha interna que se visualizó después de la sentencia del procés cuando el president Torra habla de un nuevo referéndum y ERC le dice que no. Una política de diálogo dentro de la ley es lo efectivo para los socialistas, porque lo fundamental es la convivencia.

Volvamos a lo electoral. Le pido una porra. ¿Quién cree que va a gobernar? O, por ser más preciso, ¿con quién se va a gobernar? Porque, salvo milagro, nadie gobernará solo.

Porras, no. No sé jugar, no me atrevo ni me gusta especular. Nosotros nos presentamos en una situación de bloqueo en la que nadie presentó otra alternativa viable. Lo único que hubo fue una alianza de las tres derechas con Podemos para impedirnos gobernar. Frente a lo que se ha conseguido en Navarra, donde sí se ha llegado a una política conjunta de Gobierno con Podemos, allí se arrancó primero hablando de puestos y de cómo había que repartir ministerios. El paradigma correcto es el seguido en Navarra: primero el programa y, después, se habla de las personas adecuadas.

Le cambio la pregunta, a ver si así se moja. ¿Con quién prefiere Toni Magdaleno que gobierne Pedro Sánchez?

Nuestro entendimiento siempre va a ser con formaciones progresistas, con Podemos y Más País. No con la derecha.

¿Usted ubica a Ciudadanos en la derecha?

Sí, claro. No veo un gobierno de coalición con ellos. Además, nos llaman cada día una cosa. Un día somos «la banda», otro «los amigos de Torra» y, al día siguiente, dicen que quieren pactar con el PSOE.

Se lo pregunto también porque Ciudadanos puede entrar en el Gobierno o apoyar, y no es, precisamente, un amigo del estatus navarro y la Hacienda foral.

A diferencia de NA+, que se alía con un partido político en el que está Garicano diciendo que quiere quitar la Hacienda y con un PP que promete recentralizar competencias, nosotros descartamos un gobierno de coalición con Ciudadanos. El PSOE lo que de verdad quiere son acuerdos de progreso para seguir subiendo el SMI, asegurar las pensiones, luchar contra el cambio climático...

Su tesis fue sobre la libertad de expresión. Vox pide ilegalizaciones en campaña.

Es como negar el cambio climático. Vox dice defender la Constitución, pero eso está fuera de la Constitución. Esto es manifiestamente inconstitucional. No pasa ningún filtro. Engañan a la gente. Como engañan cuando piden un estado de excepción para Catalunya cuando no se está dentro del supuesto. Es un partido de ultraderecha que solo admite a ciudadanos que piensan como ellos y excluye al resto. Jurídicamente, es una barbaridad. Políticamente, simplemente tratan de engañar a la ciudadanía como cuando hablan de violencia machista.

En Madrid se ha hablado mucho de la conformación de un gobierno alternativo en Nafarroa que se consiguió mediante la abstención de EH Bildu. Algunos pesos pesados del PSOE no lo acogieron con los brazos abiertos. ¿Como representante del PSN en Madrid, le ha tocado hacer mucha pedagogía entre compañeros del partido?

La gente lo que nos dice es: «¡Cómo están mintiendo! ¡Cómo están engañando! ¿Dónde está el pacto con Bildu?». No hay ningún pacto con Bildu. En el Estado de Derecho el que acusa es quien tiene que demostrar. Bildu dice que no hay pacto y nosotros, que tampoco. El pacto es con Geroa Bai, Podemos e IU. Creo que hay absoluta normalidad en esto. La organización terrorista ETA se acabó hace ocho años. Ahora hay que dar pasos por la convivencia. Yo he llevado escolta. Hay que mirar al frente. La memoria tiene que estar siempre con a las víctimas, pero la sociedad sigue adelante. Navarra necesita convivencia.