GARA Euskal Herriko egunkaria
JOPUNTUA

Héroes del balompie


El cántico «Zozulya eres un nazi» y gritos de «puto nazi» de los seguidores del Rayo Vallecano hacia el jugador del Albacete fueron las causas aducidas para parar, el pasado domingo, el encuentro de fútbol entre los dos equipos, al amparo de la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. En defensa de un individuo que rinde culto a la violencia fotografiándose con un rifle de asalto; a la raza aria posando con un retrato del anticomunista y antisemita Stepán Bandera y sonriendo ante el número 88, utilizado para designar la repetición de octava letra, la HH o, lo que es lo mismo, el saludo Heil Hitler, aquel Führer un pelín intolerante.

Los seguidores vallecanos anteriormente habían abortado el fichaje de Zozulya por el Rayo Vallecano debido a su ideología nazi. El encuentro a petición del Albacete fue suspendido por el árbitro tras consensuar con un policía que constituía la «Coordinadora de Seguridad». La Liga de fútbol español, presidida por un antiguo militante de Fuerza Nueva y actual simpatizante de Vox, manifestó su conformidad con la medida.

Tres futbolistas de la Arandina, condenados a prisión por violar en grupo a una niña, son apoyados en manifestación por seguidores del equipo y conciudadanos al considerarlos víctimas de ella, la niña, que es una guarra. No se descarta que acabe siendo ella la que violó a los futbolistas. Al tiempo.

Esta semana el foco de atención informativa puesto en la posible suspensión del partido entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona por el prototerrorista Tsunami Democràtic al querer utilizar el evento para denunciar la situación de los presos políticos catalanes. Los profesionales de la palabra hablaban de la suspensión como de una nueva plaga bíblica. Un partido, un puto partido de balompié que solo lo juegan veintidós individuos mientras el resto mira como si fuera su vida en ello.

La destreza con los pies prima sobre las habilidades propiamente humanas. La coz por encima del pensamiento y el oé oé como argumento. Pobres de nosotros.