Graffiti

LUGAR: Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena, uno de los más emblemáticos y conocidos del mundo. Es de los que siempre aparecen en esos artículos periodísticos, tipo “diez lugares que tienes que visitar antes de que te mueras”, “quince lugares del mundo de los que querrías compartir fotos en tus redes sociales”, junto a otros, tipo “una prenda de Zara que inexcusablemente comprarás este verano” o similares. Situación: una chica italiana que anda por debajo de la laguna de las Torres mientras su compañero escalaba por ahí, se dedica a pintar en una roca de la morrena una imagen femenina abrazando ensoñadoramente las Torres, cosa que le parece muy molona, tanto como para compartir la imagen en Instagram con una cita también molona de Reinhold Messner. Resultado: Da con sus huesos en la cárcel de Puerto Natales (por poco tiempo) acusada de daños en un entorno natural protegido y no es ni el segundo ni tercer caso que ocurre en la zona. La chica se ha disculpado profusamente abrumada ante los mensajes recibidos en las redes. Al parecer, esperaba otra reacción a su sublime y artístico graffiti y es que, además de los mensajes adversos más o menos lógicos, la avalancha de los que llamaríamos “de odio”, deseándole la muerte y todo tipo de sevicias a ella, familiares y amigos, ha sido importante. Tiempos difíciles; gente mirándose solo el ombligo y otros dispuestos al rollo, eso sí, de forma anónima.