Raimundo Fitero
DE REOJO

Campaña

Convocadas elecciones con el mismo tono que sucede la mayoría de las cosas en los últimos meses o años en los que los cocoteros no nos dejan ver los vertederos. Los que intentamos deshabituarnos al consumo excesivo de sustancias tóxicas políticas, buscamos siempre una manera no vicaria de entender el devenir de los acontecimientos y si resulta que los que pueden en Galicia y la CAV convocar a las urnas, deciden hacerlo a la vez y argumentando motivos contradictorios, significa en una lectura fácil, que nos mienten porque manejan alguna encuesta que les favorece de manera inequívoca.

Pero estamos en campaña, es decir, estamos en el estado natural de los medios de comunicación que no saben vivir de otra manera que no sea distorsionando la realidad, cuando no inventándose los problemas, alargando los conflictos, buscando en cada titular una conexión con lo oscuro. Este presunto periodismo de trincheras nos coloca cada día, mediodía, tarde y noche, en el quicio del desquiciamiento. Los partidos tránsfugas de sí mismos que siendo trinos, quieren ser uno, no encuentran la manera de colocar sus alucinaciones en el mercadillo de las rebajas de última hora. Vamos a ver las candidaturas definitivas en breve, pero si aparece Rosa Díez es que hay una secta que quiere suicidarse colectivamente.

Dos asuntos serios. Lo del vertedero de Zaldibar es un auténtico escándalo y cada hora que pasa se observa la grave negligencia institucional y la falta de humanidad básica con los desaparecidos y sus familiares. La OMS ha rebautizado el coronavirus y le está dando calificación de pandemia global grave. Es el virus Covid-19 y la alerta puede colapsar medio mundo. ¿Seguimos creyendo lo del pangolín, como animal transmisor o pensamos en otras posibilidades? No hay vacuna contra el miedo.