24 FéV. 2020 Pelota Aimar y Urruti visten de gala Sin la presión clasificatoria, los campeones de 2016 realizaron un muestrario completo de remates. Arnaitz GORRITI OLAIZOLA II-URRUTI. 22 EZKURDIA-MARTIJA 14 «Vamos a procurar no lesionarnos, ahora que tenemos el billete para el playoff», declaraba Mikel Urrutikoetxea en los prolegómenos del partido del frontón Bizkaia frente a Ezkurdia y Martija. El de Zaratamo abusó mucho menos de lo normal de su juego de aire y pudo incluso gustarse en el remate junto con un alegre Olaizola II. La pareja de Baiko, claramente en línea ascendente estas últimas jornadas de la liguilla del Campeonato de Parejas, sacó a relucir sus galas para doblegar con claridad a unos Ezkurdia y Martija que, directamente clasificados para semifinales, estuvieron algo por debajo de su nivel. Ezkurdia lo intentó todo y Martija solo cedió dos pelotas, pero los de Aspe se vieron superados en demasiados momentos a una pareja que, aunque sea esporádicamente, empieza a recordar a aquella que fue campeona de la modalidad en 2016. Olaizola sumó 12 tantos, siete de ellos de aire, mientras que Urrutikoetxea también se lució con varios remates, especialmente en la segunda mitad del duelo. Si la derrota de Elezkano II y Rezusta garantizaba el sexto lugar a los dos veteranos pelotaris, el triunfo de ayer suponía la garantía de que llegan a los playoffs siendo competitivos. La pelota y el brillo Después de un arranque igualado, el primer tirón colorado se produjo a partir del 4-5 adverso. Aimar Olaizola eligió una pelota acorde a sus habilidades y volvió loco a Ezkurdia con una tacada de 8-0. Ezkurdia, tras el partido, se quejó de lo rápido que se gastaron las pelotas, volviéndose, según sus palabras, «como de corcho, y era muy difícil hacer daño entrando de aire, y a veces hasta entrando a bote». En cambio, Olaizola II jugó sus mejores tantos en ese lapso del partido, que se alargó hasta el 12-5. Una vez recuperado el saque, los azules demostraron que, tensos o no, son competitivos. Lograron una tacada de cuatro tantos, pero no lograron arrimarse a menos de tres tantos de diferencia. Del 12-9 se pasó al 14-11 y de ahí al 16-13. Ezkurdia y Martija ya solo sumarían un tanto más, pese a los intentos del voleísta de Arbizu con el aire y la brega de Martija. Pero en ese último tramo se volvi&bs;ó a ver al mejor Urrutikoetxea. «Yo soy delantero y cuando me acerco a los cuadros delanteros, disfruto», reconocería el de Zaratamo. «Hijo predilecto» del frontón Bizkaia, «Urruti» arrancó grandes aplausos en los últimos tantos, amén de volverse casi inexpugnable desde su condición de «líbero» que, en su atalaya del cuadro cinco, parece imposible de franquear. Así llegó el 22-14 final, corroborando que Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea serán un rival de cuidado para Artola e Imaz en los playoffs de cuartos de final de la semana que viene. Es bien posible que no ganen, pero van a suponer un dolor de cabeza para sus adversarios porque no regalan nunca nada. Bengoetxea VI se disfraza de pelotari El regreso de Oinatz Bengoetxea a la competición es el principal aliciente del duelo de esta tarde en el Beotibar de Tolosa, en el que el delantero de Goizueta, imbuido en el afán carnavalero, volverá a disfrazarse de pelotari cuando, junto con Mariezkurrena II en la zaga, se enfrenten a Altuna III y Ladis Galarza. La pareja de Aspe ya tiene un billete para los playoffs de cuartos de final, mientras que los colistas de Baiko nunca han tenido opción real de colarse entre los seis primeros, bien por sus propios resultados, bien porque su empresa ha preferido experimentar con gaseosa con el infructuoso «cambio retráctil» en la delantera, introduciendo a Víctor por Oinatz aduciendo unos «criterios deportivos» más cercanos a la cacicada pura que al trabajo serio. Dentro del mismo festival, en el duelo del Campeonato de Promoción, Arteaga II y Urretabizkaia II se las verán con Salaberria y Tolosa. A.G. «DE CORCHO» «Las pelotas eran preciosas, pero es que se gastan en dos tantos», se quejó Ezkurdia. «Se les sale la pelusilla y acaban siendo como de corcho. No les podía hacer gran cosa dándoles de aire y me costaba incluso darles bien a bote», dijo el de Arbizu.