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EDITORIALA

Apostar por las personas en beneficio del colectivo


En los últimos años Errenteria se ha convertido, por méritos propios, en modelo a seguir en diferentes ámbitos, en espejo en el que quisieran reflejarse, o al menos deberían mirar, otros espacios institucionales. Ha ocurrido en el manejo de las heridas causadas por el conflicto, donde ha primado una visión reparadora y un ánimo sincero de integrar a todas las sensibilidades. También en la relación entre los grupos, marcada por el respeto y el establecimiento de lazos que saltan las barreras partidistas. Y ahora, ese modo colaborativo de funcionar se ha adoptado para hacer frente a una crisis que está golpeando a todos por igual pero de la que probablemente no saldremos todos de la misma forma.

Cuando las voces que mayor eco reciben en el escenario institucional han apostado decididamente por la economía, con la salud en un lugar subsidiario, en Errenteria lo han hecho por las personas. No sorprende en el municipio que más recursos dedica a los servicios sociales en el Estado, pero sí que pone de manifiesto una decisión que es esencialmente política: este reto habrá que superarlo todos y todas juntas, sin dejar a nadie atrás. Una apuesta que se sustancia, por ejemplo, en el mantenimiento del grupo dedicado a los servicios sociales, que funciona con la normalidad entrecomillada de estos tiempos turbulentos, pero con los mismos recursos y personas. También en la decisión, expuesta en estas páginas por la alcaldesa, Aizpea Otaegi, de mantener inalterada la partida dedicada a ello, aun cuando ya saben que el presupuesto municipal se va a reducir. Y por supuesto, en la preocupación mostrada hacia los sectores más vulnerables, en cuyo cuidado y seguimiento se han implicado cientos de vecinos y vecinas.

Apostar por las personas y hacerlo mano a mano con la gente es la mejor manera de cuidar de todo el colectivo. Y ayudará a levantar los cimientos que esta pandemia ha derruido. Pase lo que pase, Errenteria saldrá reforzada como comunidad, igual que su modelo, cada vez más ejemplar.