27 AVR. 2020 GARA abona otro medio millón de euros, ya van dos y falta otro millón El expolio contra GARA por parte de la Administración española sigue adelante, con el abono de otro medio millón de euros a la Seguridad Social, dentro del calendario de pagos para hacer frente a la deuda ilegítima que se ha endosado a este medio como consecuencia del cierre ilegal del diario “Egin”. Van dos millones y todavía falta uno. Iñaki SOTO El virus no entiende de fronteras, suele repetir el presidente español, Pedro Sánchez. España sabe de excepcionalidad, pero no tanto de la derivada de una crisis como la del coronavirus, sino de la excepcionalidad jurídica como sistema de ventaja política. Implacable, como todo el sistema burocrático y punitivo español, ha llegado el primer plazo de este año en el calendario de pagos impuesto por la Seguridad Social española para que GARA pague la deuda ilegítima que “Egin” tenía el ser cerrado ilegalmente por el juez Baltasar Garzón en 1998. En 2003, el año del cierre de “Egunkaria”, Garzón endosó esa deuda a GARA, que tras más de 16 años en suspensión de pagos, y como consecuencia de una sentencia firme y sin recurso posible, acordó las condiciones de este pago. El pago llega en un momento en el que el debate es cómo ayudar a las empresas para hacer frente a los daños provocados por el coronavirus. La prensa está sufriendo, sobre todo por la caída de la publicidad. Mientras tanto, a GARA debe pagar medio millón. Es un montante total de tres millones de euros, pagados de medio millón en medio millón, cada seis meses. El de la semana pasada es el cuarto pago, por lo que se han pagado dos millones y falta uno. Si todo va normal, dentro de un año, en abril de 2021, se habrá pagado toda la deuda. ¿Qué es, en esta situación, que todo vaya normal? La crisis del coronavirus ha supuesto cambiar la manera de producir nuestros productos, con todo el equipo trabajando desde casa y reorganizado los productos, empezando por internet y terminando en el periódico y los otros productos de papel. Desde el principio marcamos como objetivo plantear un enfoque propio, dar información veraz y atender a nuestra función de servicio público. A eso se le ha ido sumando la necesidad de ofrecer entretenimiento y ayuda para sobrellevar el encierro. El resultado, en general, ha sido impresionante, con récord de audiencias sostenidas en el tiempo y una fidelidad en el kiosco que muestra la necesidad de medios de comunicación independientes y profesionales, que ejerzan el control de las instituciones y mantengan a la sociedad vasca informada, atenta, crítica y comprometida con los valores que posibilitarán salir de esta crisis golpeados y cambiados pero enteros. Hemos experimentado y renovado nuestra oferta para dar mejor servicio a nuestra comunidad. Ha sido en esta excepcional situación de confinamiento por un virus, algo inaudito e imprevisible, pero es parte de nuestro compromiso para renovar este proyecto y hacerlo más potente e influyente. Con todo, hemos tenido que dejar de lado algunas iniciativas que teníamos diseñadas para este periodo, dentro del contexto del expolio. Tenemos que adaptarnos a esta situación, no solo a la de los medios de comunicación, sino a la de un pueblo castigado, sectores en conmoción y una comunidad golpeada. Dentro de nuestras posibilidades, estamos diseñando propuestas para ayudar a todos esos sectores que desde su nacimiento han apoyado a la prensa independiente vasca. Somos conscientes de que el retorno va a ser complicado para muchos de ellos, desde hosteleros hasta iniciativas sociales culturales, y estamos pensando en cómo poder ayudarles con nuestros medios. Intentaremos devolver el apoyo que nos han ofrecido en los momentos más difíciles para nuestro proyecto. Todo eso, cuando aún falta un millón por pagar y sin saber cómo va a salir el sector de la prensa de esta crisis. Pero tenemos claro que la salida no puede ser particular, que debe ser colectiva y en todo Euskal Herria. Porque, como siempre, todo esto es posible porque existe un pueblo dinámico y una comunidad comprometida que entiende que la pluralidad de prensa es un valor y que la libertad de expresión hay que cuidarla. Porque hay una comunidad creciente que sostiene nuestros medios. Es gracias a ellos y ellas que se ha podido pagar este medio millón y que se puede afrontar el futuro con las incertidumbres del momento, pero con esperanza. Faltan un año y dos pagos. ADAPTARNOS Con todo, hemos tenido que dejar de lado algunas iniciativas que teníamos diseñadas para este periodo, dentro del contexto del expolio. Tenemos que adaptarnos a esta situación, no solo a la de los medios de comunicación, sino a la de un pueblo castigado, sectores en conmoción y una comunidad golpeada.