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Internacional

La exitosa historia del RK Vardar

Un equipo de balonmano de un país pequeño, Macedonia del Norte, haconseguido ser el mejor de Europa en las temporadas 2016-17 y 2018-19. Suéxito, cimentado con una suma de dinero ruso y buenas decisiones técnicas,comenzó a gestarse allá por el año 2013. Pero luego llegó la épica. Y en laactualidad, la crisis. Esta es su historia.


Vladko Arsov, periodista de Sport1.mk y Televizija 24, había comenzado a escribir en el descanso la crónica de la derrota del RK Vardar en las semifinales de la Liga de Campeones de balonmano de 2019. Antes de la cita, el conjunto de Macedonia del Norte apenas tenía opciones de victoria. Tras el descanso, con 7 abajo ante el todopoderoso Barcelona, necesitaba una gesta. Aliada la noche de Colonia con los pronósticos imposibles, ocurrió: el Vardar remontó y Arsov tuvo que rehacer su crónica. ‘Bendito trabajo extra’, pensó. Y tituló: “Del abismo al cielo, de -7 a la victoria contra el Barcelona. ¡Vardar está en la final!”. En ella, el conjunto macedonio se proclamó campeón ante el Veszprem húngaro. Fue su segundo título continental en tres años.

El RK Vardar, equipo de Skopje, la capital de Macedonia, conquistó todo lo que se podía conquistar en el año 2017. La Liga local, la Copa, la SEHA Liga de los Balcanes y la EHF Liga de Campeones. Y en 2019, de los títulos citados solo la Copa dejó de ocupar sitio en su vitrina. Un récord histórico para este equipo fundado en 1961 y que comenzó a despuntar hace relativamente poco.

Hasta 1991, fecha en la que Macedonia se independizó de Yugoslavia, los equipos macedonios jugaban en la Liga yugoslava. El Pelister, de la ciudad de Bitola, era el más destacado entre los macedonios. Y así siguió siendo tras la independencia, aunque con el siglo XXI llegaron dos invitados correosos: el RK Metalurg Skopje, que fue el primer equipo macedonio en llegar a los cuartos de final de la Liga de Campeones, en 2013 y 2014, y el RK Vardar. Una época vibrante para la Liga macedonia que, a partir de 2015, cedió ante el empuje rojinegro. El Vardar conquistó las ligas de 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019. Fue también el mejor en la Liga de los Balcanes en 2012, 2014, 2017, 2018 y 2019. Y en Europa, a pesar de ser siempre el outsider, reinó en 2017 y 2019.

«En la Liga de Campeones de 2017 éramos la cenicienta, el equipo con el que todos querían cruzarse. Pero esa temporada quedamos primeros de grupo y las eliminatorias las pasamos muy bien. Además de tener un gran equipo, el mejor que ha tenido el Vardar en su historia, contábamos con dos jugadores por puesto y llevábamos años entrenando con Raúl (González), por lo que teníamos interiorizado el estilo de juego», recuerda Alex Dujshebaev, lateral derecho del club de Skopje entre 2013 y 2017. «Era un proyecto ilusionante. El objetivo era luchar por los títulos, pero no esperábamos convertirnos en el mejor equipo de Europa», añade en conversación telefónica el actual jugador del Kielce polaco.

La historia de éxito del Vardar tiene un nombre propio fuera de la cancha: el oligarca ruso Sergey Samsonenko, quien adquirió el club en 2013. Como sucede con muchos otros equipos importantes de Europa, el dinero de un outsider ha posibilitado esta era de éxitos. El balonmano no es el fútbol, y con la inversión de varios millones de euros se puede armar un equipo competitivo bastante rápido. Un top-8 europeo. «El Vardar tenía unos 8 millones en su mejor época, mientras el PSG doblaba esa cifra», recuerda en cualquier caso Arsov.

El dinero ruso, inferior al depositado por otros magnates, no resta importancia a las buenas decisiones técnicas del Vardar durante la era Samsonenko: contratar al técnico Raúl González y a estrellas como Arpad Sterbik y promesas como Dujshebaev permitieron al equipo codearse con los grandes de Europa: el PSG, el Barcelona y el Veszprem. «Con los entrenadores españoles –tres desde 2014– aprendimos un nuevo estilo en Macedonia. Es más táctico, analítico, como el Barcelona en el fútbol, con más pases y combinaciones, mientras el estilo balcánico es más físico y lento. Raúl cambió nuestra visión», destaca como legado Arsov.

Cambio de ciclo

Los éxitos recientes del Vardar es probable que no se repitan en los próximos años. Samsonenko abandona el club. Habrá menos dinero. En 2018, el oligarca desmanteló la “exitosa” sección femenina de balonmano: cinco Final Four consecutivas y ninguna victoria. El año pasado, importantes jugadores abandonaron el equipo masculino. Y este año, antes de suspenderse la temporada por la Covid-19, se habían anunciado las bajas del letón Dainis Kristopans y el ruso Daniil Shishkarev, y se discutía la continuidad de muchos otros jugadores. Sergey Samsonenko no se encuentra a gusto con el gobierno del SDSM. Cosas de los oligarcas y la política.

En este cambio de ciclo, sin embargo, hay esperanza. El expresidente del Vardar, Mihajlo Mihajlovski, el que puso la primera piedra de este proyecto en la década de los 90, vuelve. Es un secreto a voces. Pondrá dinero y, explica Arsov, ha reconocido que intentará conseguir un equipo que llegue al top-8 europeo. Sería un gran resultado para esta transición. Con menos millones, incluso puede que aumente el número de macedonios en el primer equipo. Es lo que desea el aficionado: menos rusos y más locales. «Habrá que buscar una balanza. El talento nacional no siempre sale, pero los extranjeros tienen que aportar calidad. Si no es mejor tirar de la cantera», subraya Arsov, quien prioriza mantener el esqueleto de esta exitosa etapa, formada por Stoilov, Cupic y Dibirov.

Este año, por la Covid-19, el Vardar no ha podido revalidar ningún título. La Liga macedonia ha sido suspendida sin que el Vardar, que solo juega el play-off, dispute ni un partido. En la Liga de los Balcanes, comenzaban las rondas eliminatorias y se aventuraba una interesante final entre el Vardar y el Veszprem. Pero ha sido suspendida. Y en la Liga de Campeones, donde el Vardar había accedido a octavos tras una irregular primera fase, la Final Four solo incluirá a los dos primeros equipos de la fase regular de grupos: Kiel, Barcelona, Veszprem y PSG. Así, en el último año antes de la transición, el Vardar se queda sin la posibilidad de defender en la cancha el cetro de mejor equipo de Europa.

Afición y combinado nacional

Los éxitos del Vardar, equipo que también cuenta con secciones de fútbol, han creado afición en Macedonia del Norte. «Siempre hubo afición, pero el Vardar la incrementó. Luchábamos por los títulos y la gente se implicaba: en todos los partidos de Champions el pabellón estaba lleno. Ahora, la afición macedonia es una de las más reconocidas de Europa», destaca Dujshebaev.

En los días de partido, los bares se llenan de personas animando al club de franjas rojinegras. Ondean también las banderas, la del Vardar y la de Macedonia. Los medios de comunicación aseguraron que en 2017 más de 150.000 personas recibieron al equipo tras su victoria en la Liga de Campeones. Los políticos se frotaban las manos y colgaban medallas al mérito deportivo a los jugadores. Una imagen solo vista antes con la selección de baloncesto masculina, cuarta en el Europeo de 2011, y la selección de balonmano masculina, quinta en el Europeo de 2012.

Antes de 2012, la referencia en el balonmano era Kiril Lazarov, conocido de sobra en la Liga Asobal tras su paso por Ciudad Real y Barcelona. Es el hombre récord de las competiciones continentales e internacionales, entre ellos el de máximo goleador en la historia de la Liga de Campeones, y a sus 40 años sigue aleccionando a sus rivales en el Nantes. El mejor jugador de la historia de Macedonia. En 2012, además, llevó a la selección al quinto puesto en el Europeo de Serbia. Podría haber sido un éxito mayor.

En la cita de 2012, Macedonia jugó el primer partido de la segunda fase de grupos contra Dinamarca, equipo que sería a la postre campeón. El partido terminó con victoria danesa por 33-32: Lazarov falló el penúltimo tiro y a la contra, en el último segundo, anotó Dinamarca. Los macedonios, que necesitaban puntos por el mal computo de derrotas-victorias de la primera fase, arriesgaron. Perdieron ese partido y, más tarde, quedaron terceros en el grupo, a un punto de Dinamarca. El punto que se dejó en ese partido en el que el cañonero Mikkel Hansen y Kiril Lazarov protagonizaron un duelo impresionante. Rememorarlo es posible en Youtube.

«La quinta plaza en Serbia la celebramos como si fuera una medalla. Es nuestro mayor éxito. La euforia por el balonmano comenzó en esa época: con el éxito del combinado nacional y la gran rivalidad entre el Vardar y el Metalurg», recuerda Arsov.

Desde entonces, Macedonia no ha pasado de la novena posición en un campeonato internacional. En el Europeo de 2020, pese a tener un grupo asequible, Austria, República Checa y Ucrania, no superó la primera fase. Quedó en decimoquinta posición. «Algo falla. La mentalidad, la organización en los clubes. Son buenos en categorías inferiores, pero en el equipo superior no asumen la responsabilidad. Lazarov tiene 40 años y sigue siendo titular indiscutible en nuestro equipo nacional», intenta descifrar Arsov.