19 JUIN 2020 JOPUNTUA Declaración de obra nueva Alvaro Reizabal Abogado Avanza inexorablemente este junio pandémico de aspecto y temperaturas otoñales en medio de la llamada oficialmente nueva normalidad que, precisamente por anormal y artificial, no acaba de arrancar. La vida cotidiana va avanzando poco a poco, y ya casi todo el mundo se ha ido reincorporando a sus tareas habituales forzosamente suspendidas durante el confinamiento. Pero tengo la impresión subjetiva de que estamos lejos de esa proclamada normalidad. No sé si porque se ha ido imponiendo en muchos casos el teletrabajo o por qué, pero las calles no están como antes, hay menos gente, menos vida, y, aunque es verdad que la presencia de mascarillas no es muy grande en la vía publica, si lo es, lógicamente, en los sitios en que es obligatoria, como el transporte publico. Junto a esto, esa sensación de tiempo perdido, de tiempo robado. Vamos a entrar en la canícula y parece que no ha habido primavera. Y en medio de tanto desbarajuste, las elecciones con calzador de las que hablábamos hace días. Oficialmente la campaña no ha empezado, pero el tufo electoralista de muchas actuaciones es apestoso. Desde los teleberris preñados de noticias de los logros del Gobierno, al adelanto de la apertura de la muga con Cantabria, con un argumento tan contundente como que es temporada de playas, pero, en cambio, no se explica por qué no se hace lo mismo con Navarra para que los de Bera y Lesaka vayan a la de Hondarribia, y de paso eliminar, al menos simbólicamente, la barrera que parte en dos Hego Euskal Herria. Y qué decir de las obras nuevas, que ni la covid-19 ha conseguido parar. Trabajo a destajo para que esté todo acabado antes del 12-J, aunque estén prohibidas las inauguraciones en periodo electoral. Como ejemplo, en el marco incomparable de la Concha aprietan para quitar el semáforo provisional que colapsa el acceso al túnel del Antiguo. El socavón provocado por las obras del Metro tapado por la desinformación, y la calle San Martín, arteria principal, se cortará durante un año, pero dos días después de las elecciones. Esto es jauja. Oficialmente la campaña no ha empezado, pero el tufo electoralista de muchas actuaciones es apestoso. Desde los teleberris preñados de noticias de los logros del Gobierno, al adelanto de la apertura de la muga con Cantabria