09 AOûT 2020 QUINCENA MUSICAL Genealogías musicales de una villa guipuzcoana Mikel CHAMIZO Para tratarse de una villa de menos de veinte mil habitantes, Tolosa posee una historia musical muy notable, que tuvo su punto álgido con el trabajo de Felipe Gorriti en la localidad entre 1867 y 1896. Gorriti, reconocido ahora como una de las figuras más relevantes del Romanticismo sacro español, legó sus altos estándares compositivos a su alumno Eduardo Mocoroa y este, a su vez, a Javier Bello-Portu, que el viernes recibió un homenaje en la Iglesia de San Francisco en el centenario de su nacimiento. En el bien diseñado programa, además de su propia música, estuvo la de sus maestros y la de autores que le influenciaron profundamente, como Debussy y Ravel. Aunque Bello-Portu escribió la mayor parte de su producción para coro a capella, sus partituras no son nada fáciles de cantar por lo elaborado de sus armonías y las muchas complejidades compositivas con que reviste las melodías folclóricas vascas. Quizá por eso, su obra no se interpreta todo lo que debería. Así que para esta efeméride, la Quincena Musical ha acudido a un coro semiprofesional que ya ha hecho justicia a su música en anteriores ocasiones. KEA Ahotsa Taldea volvió a hacerlo el viernes en una actuación que debió resultar físicamente agotadora para los cantantes, que solventaron con un alto nivel interpretativo todo el programa y con brillantes piezas como “Trois beaux oiseaux du paradis” de Ravel, “Una vieille chanson d’amour” y “Donostiaco damachoac”(sic) de Bello-Portu.