22 SEPT. 2020 CRISIS DEL CORONAVIRUS Nafarroa registra casi tantos positivos como toda la CAV La epidemia parece contenida un día más en la CAV, donde la tasa de positividad sigue por debajo del umbral del 5% y los casos se quedaron en 381. La otra cara de la moneda la vive Nafarroa, ya que la cifra dobló el registro anterior, saltando de 187 a 361, pese a tener un altísimo nivel de restricción. Su sistema de rastreo parece estar desbordado. Aritz INTXUSTA IRUÑEA Algo está fallando en Nafarroa. No parecen ser las restricciones, que poco más allá se pueden llevar sin tocar a las puertas de La Moncloa para pedir el estado de alarma. El herrialde lleva ya diez días en los que está prohibido reunirse más de seis personas en la calle. Y las restricciones a los bares llegan a tal punto que las dos principales asociaciones de hostelería han ido a los juzgados porque con esas normas el negocio no les renta. Aun así, los positivos suben y suben. Ayer fueron 361 nuevos casos, tan solo 20 menos que en toda la CAV, pese a que sumando a Araba, Bizkaia y Gipuzkoa cuentan con el triple de población. Comparar cifras de la CAV y Nafarroa puede llevar a engaño si no se atiende al número de pruebas que se realizan. Lakua siempre se relaja más los fines semana. Pero esta no parece ser la causa. Aunque se hicieron menos test que de ordinario en la CAV, el número de positivos en función de las pruebas quedó otra vez por debajo del 5%, que es el umbral que fija la OMS para indicar que la pandemia está «controlada». Este porcentaje relativamente bajo se está consolidando en los últimos días. La situación en Nafarroa es la contraria. De un día para otro, los contagios se han duplicado. Los notificados en domingo quedaron en 187 y la tasa de positividad bajó al 8,06%, mientras que los datos de ayer se fueron hasta los 361 y, en consecuencia, la tasa de positividad se colocó en el 14,4%. En Nafarroa, los números acostumbran a fuertes oscilaciones, pero una tasa del 14,4% indica que un volumen significativo de contagiados se está escapando al sistema de rastreo. Hay otros datos que apuntan a un desborde del dispositivo de control al covid. Los positivos detectados ya no están siendo citados para el día siguiente para hacer la PCR. Ni siquiera se les confirma el caso en el día. Algunos contactos de positivos hallados el viernes han sido citados para la prueba PCR hoy. También a partir de hoy, 30 uniformados se sumarán al equipo de 84 rastreadores de Osasunbidea (que contaban con otras 110 enfermeras como refuerzo). Esta decisión del Gobierno navarro de reforzarse con militares fue contestada ayer con una acción de Sortu en el mismo Refena, recinto que se ha convertido en la base de operaciones de los rastreadores, así como en el punto de referencia para hacer pruebas PCR. Varias personas descolgaron allí una pancarta reclamando más sanitarios y menos militares Mientras, en la CAV, ayer valoró la evolución de la pandemia Ignacio Garitano, responsable del sistema de prevención. Se mostró optimista en cuanto a la actual situación, sosteniendo que mantenerse estables por debajo del 5% constituye un logro debido a cómo se transmite este nuevo virus. «Seguir estables es una muy buena noticia en una pandemia –afirmó–. La tendencia es la misma. ¿Si ha pasado el pico de la segunda ola? Yo diría que, si la tendencia se mantiene, sí, pero vamos a ser prudentes y observar los datos». El responsable apuntó a los centros de trabajo como uno de los grandes ámbitos de contagio una vez terminado el verano. Alertó, sobre todo, de la relajación de la seguridad en «ratos muertos como el del café». Un 1,2% del alumnado de la CAV y el 4,51% del navarro está aislado Las cifras de aislamientos en colegios de Hego Euskal Herria ya tienen un peso considerable dentro del conjunto de personas que se encuentran confinadas. Ayer se notificó el aislamiento de 21 nuevas aulas en la CAV, hasta un total de 212, por haberse detectado positivos en alumnos o profesorado. Esto supone que el 1,2% del total de los alumnos de la CAV se encuentra confinado a día de hoy. En Nafarroa la situación es mucho más grave y va en consonancia con los malos datos generales que registra este herrialde. El número de alumnos confinados se acerca ya al 5% nada más haber transcurrido las primeras dos semanas de clase. Eso sí, la sectorización de los centros está facilitando que en todo Hego Euskal Herria se hable casi siempre de aislamientos por clase y no de cierres de centros, con alguna excepción en la que el contagio se ha detectado en el profesorado, como ha ocurrido en el Bentades Ikastetxea, en Mungia. En Nafarroa ayer fueron 14 las aulas que tuvieron que ser confinadas. En total, 292 alumnos más. Si contamos todas las aulas que han tenido que aislarse desde el primer día, la cifra que arroja el herrialde se eleva a 2.799. Sin embargo, como ya han vencido los plazos de los primeros confinamientos, 127 niñas y niños han regresado a las aulas tras cumplir los diez días preceptivos. Habrá que esperar un poco más para ver cómo se estabiliza, si es que lo hace, la bolsa de alumnas y alumnos que no puede acudir a las clases en un determinado momento. Esto es, llegará un momento en que quienes entren en un proceso de confinamiento sean más o menos compensados con los que vuelven a las clases. El responsable de vigilar la epidemia en la CAV, Ignacio Garitano, en sus declaraciones de ayer, mantuvo que los centros son lugares seguros y afirmó que solo se han producido dos contagios en las aulas. Con todo, hizo un llamado a la prudencia dado que harán falta semanas para valorar cómo incide la vuelta al cole en la evolución de la epidemia y hasta qué punto se generarán nuevos focos. En su opinión, estas semanas han sido el reflejo de la situación que había antes de que abrieran los centros. MILITARES 30 uniformados de la UME se suman desde hoy al equipo de rastreo en Nafarroa. Es la primera comunidad autónoma que da el paso. Se suman a un equipo de 84 sanitarios, que contaba con otras 110 enfermeras como refuerzo. TRABAJO El responsable de vigilar la pandemia en la CAV, Ignacio Garitano, desplaza del ocio a los lugares de trabajo el punto de mayor riesgo para contagiarse. Alerta, en especial, de la relajación de medidas en los tiempos muertos.