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Los jóvenes van a dejar de ser el vehículo de transmisión del virus

El resultado de las medidas aplicadas en Nafarroa está alterando profundamente la forma en que se producen los contagios y estos cambios, previsiblemente, llegarán a la CAV en unas semanas.

Cuadro de evolución de los contagios por tramos de edad.

El pasado fin de semana ya advertimos de la anomalía que se dio en los ámbitos de contagio en Nafarroa durante la semana del 26 de octubre al 1 de noviembre, que fue el preludio de una caída a plomo de la incidencia. En esa semana, el ámbito de contagios que más se vio afectado por el cierre de bares y restaurantes fue el «desconocido», y con claridad.

A diferencia de lo que ocurrió entonces, el ámbito de contagio protagonista de la caída cercana al 40% de la semana del 2 al 8 de noviembre ha sido el domiciliario (un ámbito que apenas se vio afectado la semana previa), y esto puede tener que ver con la prohibición de acudir a casas de terceros que entró en vigor el 26 de octubre y cuyo efecto debiera haber sido perceptible.

Además de los domiciliarios, los contagios de origen desconocido han caído en mayor medida que la semana anterior y lo mismo ha sucedido con los englobados en el apartado «otros», que incluye a las reuniones con amigos, familiares, etc.

Por contra, los ámbitos de contagio de menor peso, como son los laborales, escolares y los de espacios sociosanitarios, no se han visto beneficiados por las medidas y han seguido en sus parámetros habituales. Habrá que esperar un poco más para visualizar el efecto de arrastre, dado que si la circulación del virus es menor acabará siendo menor en todas partes.

Quizás, del análisis fino de cómo han descendido los contagios en Nafarroa la semana pasada (y que previsiblemente se trasladará a la CAV una vez se dé tiempo suficiente al cierre de bares) lo más interesante sea ver cómo han evolucionado los grupos de edad.

De forma paralela a la caída de contagios en reuniones con amigos y en esos contactos de origen desconocido que muy probablemente ocurrieron en bares, la semana del 26 de octubre al 1 de noviembre registró una caída de los contagios en la franja de edad de 15-34 años. Y esa franja de edad era hasta ese momento, y de largo, la que más contagios registraba.

Esto, en principio, era mala noticia. Ese grupo de edad no genera ingresos hospitalarios. Apenas un 3,1% de los positivos de ese grupo es hospitalizado. Lo deseable era atajar los contagios de 65 años en adelante, donde la tasa de ingreso parte del 18% (y alcanza el 31,1% en mayores de 85 años).

Sin embargo, una semana después nos encontramos con que los contagios de 15 a 34 años no solo han seguido cayendo, sino que ha habido un desplome. Han bajado un 47% y, en consecuencia, ya no es la franja hegemónica. En otras palabras, en Nafarroa los jóvenes han dejado de ser el vehículo principal de transmisión del virus.

En la cara opuesta, el grupo de edad que menos se ha visto beneficiado por la caída generalizada ha sido el de 0-4 años, que «solo» ha caído un 29%.

Un análisis rápido podría culpabilizar a escuelas y guarderías, pero sería un error. Si bien el ámbito escolar no ha registrado una mejoría (tampoco las medidas iban dirigidas a este tipo de centros), a las niñas y los niños pequeños les contagian sus padres, sus madres y sus hermanos dentro del propio domicilio. Así ocurre casi en tres de cada cuatro ocasiones (72%).

Los centros educativos continúan demostrando ser sitios seguros. Solo un 14% de los menores de 5 años se contagia en escuelas y guarderías. El grupo 5-15 lo hace en un grado muy similar (15%). Cabe apuntar aquí que solo un 10% de los contagios de menores escapa a los colegios y domicilios, lo que indica que los parques tampoco son un foco relevante.

Que el 72% de los menores de 15 años se infecte en su casa resalta la interrelación existente entre los distintos grupos de edad. En muchas de las ocasiones, el origen de los contagios de niños hay que buscarlo en la franja 35-54, donde se encuentran muchos de sus padres. Quizás, ahora que los jóvenes han perdido peso en la transmisión del virus, este sea el grupo clave de lo que vaya a pasar, pues esta franja, además de estar en contacto con los menores (y por tanto con los colegios) y asumir riesgos en el entorno laboral, está en conexión a su vez con las franjas de edad críticas (los abuelos). En consecuencia, sería muy importante que no bajaran la guardia.