Con eco

Todo lo que se escriba un veintidós de diciembre, sea del año que sea, se hace con un eco lotero que se puede convertir en una obstrucción que debe resolver el otorrinolaringólogo. En caso de hacerse crónica hay que acudir de urgencia al filósofo y quizás buscar un segundo diagnóstico del filólogo. Un plan de estabilidad emocional a base cifras y letras, que acaba teniendo un sumidero de lugares comunes tales como pedreas, tapar agujeros, está muy repartidoy  que en este año de la covid va a ampliar sus referencias a la salud de manera incidental y mágica. Por lo tanto en un espacio sin ventilación apropiada, las exhibiciones entre patrióticas y publicitarias de los altos cargos de la administración USA poniéndose la vacuna en un acto retransmitido en directo, las aprobaciones de su implementación europea de algunas de ellas, los cruces de publicidades y propagandas de las diversas marcas y patentes, en una guerra impúdica, lo que demuestra que hasta en esta pandemia global, la salud pública se dedica a ampliar su dependencia de las farmacéuticas privadas en un movimiento de consecuencias letales para los países en desarrollo o en el más absoluto subdesarrollo, y que no hará otra cosa que aumentar las diferencias sociales locales y globales.

Decía que, con este eco, la convocatoria oficial de las elecciones catalanas pasa desapercibida, como si no fueran de una importancia bastante significativa dentro del guirigay de la política estatal. Se anuncia una nueva derrota del insignificante Casado, aunque cuente con su comando judicial para enredar, la jibarización de Arrimadas y sus alegres oportunistas, la irrupción de Vox, que hasta puede sobrepasar al PP, y la cuestión más relevante está en saber si el independentismo superará la mitad más uno del voto. Casi nada.