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Vuelven los encierros a las residencias


Desde Babestu Araba, familiares de usuarios de residencias y centros de día de Araba, de nuevo tenemos que denunciar un atropello más para con nuestros mayores.

Hacemos nuestra la denuncia de un familiar por el trato que se sigue dando a nuestros mayores. Soy hija de un usuario de una residencia para personas mayores de carácter público. Quiero expresar mi total desacuerdo con la situación actual que sigue imperando en estos centros, sin que parezca que se haya aprendido nada en un año de pandemia.

Mi padre es un anciano enfermo de Alzheimer. Está en la planta de psicogeriatría de una residencia pública de Vitoria- Gasteiz.

En la planta donde está mi padre, una trabajadora auxiliar ha dado positivo en covid-19. Todos los residentes y trabajadores están vacunados y protegidos desde febrero, sin embargo, están viviendo la misma situación que cuando no lo estaban.

El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha establecido que todos los ancianos y ancianas que residen en esa planta sean confinados en sus habitaciones, sin compartir espacios comunes, hasta el 8 de abril. 

El 26 de marzo se les ha practicado la primera PCR y el 2 de abril les volverán a hacer la segunda, pero, de todas formas, aunque salga negativa, en principio, tienen orden de continuar con el confinamiento.

En marzo del 2020 la pandemia nos pilló de sorpresa y las soluciones que se dieron a las diferentes situaciones fueron las que fueron, muchas veces tomadas precipitadamente por falta de medios y conocimientos. Hoy en día, por el contrario, contamos con una amplia experiencia, con ejemplos y vivencias ajenas y propias de las que podemos aprender, por lo que no es necesario volver a caer en los mismos errores. Asimismo, se han hecho muchos estudios por parte de profesionales de la salud sobre el sufrimiento que ha supuesto para las personas mayores el encierro al que han estado sometidos. Se ha hablado de las secuelas que el confinamiento ha producido; la ausencia de conexión social ha empeorado enormemente la salud física y mental de nuestros mayores. Es por esto por lo que no tiene razón de ser el que sean sometidos a un nuevo confinamiento, estando todos vacunados y contando con una PCR negativa. Por lo tanto, pido, más allá de la pura empatía, que tampoco estaría de más, un poco de reflexión: que se tomen decisiones y se gestione de forma eficaz y lógica. Desde Babestu Araba no vamos a hacer dejación en la defensa de sus derechos y libertades.