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El rey jordano intenta cerrar la crisis «en el marco de la familia hachemita»

Ahondando en la brecha de la familia real, el príncipe Hamza bin Husein rehusó obedecer las órdenes del rey Abdullah II, que le ordenó cesar sus actividades. El rey delegó la negociación en su tío y aseguró que Hamza acepta las reglas de la familia y este procedimiento.


Acusado de participar en un complot «perverso» contra su país, el príncipe Hamza bin Husein, hermano del rey Abdullah II de Jordania, se negó a obedecer las órdenes de cese de sus actividades. El príncipe Hamza negó el sábado las acusaciones y denunció corrupción e incompetencia en el poder, ahondando en la brecha abierta en la familia real jordana. En una conversación grabada y difundida en Twitter, el príncipe le dijo a un interlocutor no identificado: «seguro que no obedeceré (las órdenes del Jefe de Estado Mayor, general Youssef Huneiti) cuando me lo diga. no se me permite salir, tuitear, comunicarme con la gente y solo se me permite ver a mi familia».

Hamza fue puesto bajo arresto domiciliario en su palacio de Amman a la vez que eran detenidas varias personalidades por «razones de seguridad». El viceprimer ministro, Aymane Safadi, le acusó de colaborar con una potencia extranjera no identificada para desestabilizar el reino. A petición del rey, el jefe de Estado Mayor pidió a Hamza que cesara «todos los movimientos y actividades contra la seguridad y estabilidad de Jordania».

Ayer, el monarca decidió resolver este asunto «en el marco de la familia hachemita» y delegó la negociación en su tío, el príncipe Al Hasan, al que, según la Casa Real, Hamza, «confirmó que se compromete a acatar las normas de la familia hachemita y el procedimiento indicado por el rey».