Autoconsumo para facilitar la transición energética

El Parlamento de Nafarroa aprobó ayer una proposición de ley presentada por EH Bildu que elimina la necesidad de obtener licencia municipal de obras para poner en marcha instalaciones eléctricas de autoconsumo sobre edificaciones y pérgolas de aparcamiento. La proposición salió adelante con el apoyo de todos los grupos, aunque los matices en los discursos apuntaban la existencia de diferentes objetivos implícitos. En cualquier caso, es una norma positiva que facilita el autoconsumo de energía, una pieza clave para avanzar en la transición energética.

A pesar de la conciencia sobre la emergencia climática y la constante apelación a impulsar la transición energética, lo cierto es que poco se ha avanzado más allá de las grandes instalaciones de energía renovable. La escasa implantación de infraestructuras eléctricas de autoconsumo da la medida de las dificultades a las que hay que hacer frente para poner en marcha una instalación de este tipo. No solo son las gestiones administrativas, sino que también es importante la limitada oferta de equipos o los constantes cambios en la legislación que no dan seguridad jurídica a los consumidores, amén del nulo interés de las empresas eléctricas en el autoconsumo. Una cosa es cambiar todos los contadores para que sean digitales y así poder controlar de manera mucho más exacta el gasto energético de cada cliente, y otra muy distinta, aprovechar el excedente de las instalaciones de autoconsumo: un trabajo extra que da muy poco beneficio monetario, aunque el beneficio socioeconómico y medioambiental sea indudable. Esta contradicción entre el interés general y el privado es la que frena una transición energética mucho más ambiciosa.

Facilitar la gestión administrativa e involucrar a la gente en el aprovechamiento de las energías renovables es fundamental para que la transición energética avance. Sin embargo, el verdadero salto cualitativo llegará cuando se desmonte el actual oligopolio energético.