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Xi advierte a Occidente de que el renacer de China es irreversible

El presidente chino y secretario general del PCCh, Xi Jinping, subrayó el irreversible renacimiento del país, convertido en una potencia mundial y en una «sociedad moderadamente próspera». En el centenario de la creación del partido, advirtió de que los intentos de las fuerzas extranjeras por frenarlo fracasarán.


«El pueblo chino se ha levantado y su renacimiento» después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones es irreversible: el presidente, Xi Jinping, utilizó un marcado tono patriótico ayer, en el centenario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh).

La época en que los chinos «podían ser pisoteados, donde sufrían y eran oprimidos, ha terminado para siempre», afirmó desde la Puerta de Tiananmen en Pekín.

Tras las alusiones a las Guerras del Opio, el colonialismo occidental y la invasión japonesa (1931-1945), Xi Jinping elogió al PCCh por mejorar el nivel de vida y restaurar el orgullo nacional. «El pueblo chino nunca permitirá que fuerzas extranjeras los intimiden, opriman o esclavicen. Cualquiera que se atreva a hacerlo será aniquilado frente a una Gran Muralla de Acero construida por 1.400 millones de chinos», advirtió.

Frente a una multitud de jóvenes y miembros del partido reunidos en la plaza de Tiananmen, celebró la salida de cientos de millones de personas de la pobreza extrema y que el país ha logrado convertirse en «una sociedad moderadamente próspera a todos los niveles», lo que supone la consecución del «objetivo del primer centenario».

«El gran renacimiento de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible», anunció, enviando una señal a EEUU, que ve a Pekín como un rival político y económico cuyo crecimiento debe combatir y hace de ello un fin estratégico.

Fundado por un puñado de activistas en julio de 1921 en un Shanghai todavía dividido por concesiones extranjeras, el PCCh gobierna hoy una China que se impone en la escena internacional.

«Cuando era pequeño, había cortes de energía todas las noches. Comida, ropa, educación, transporte ... Todo está mejor hoy», señalaba ayer Wang, un residente en Pekín que asistía a la celebración.

Pero China y el partido deben lidiar con la desaceleración económica mundial, los desafíos climáticos y el envejecimiento de la población.

Además, el crecimiento económico disimula otro peligro para el país y el partido, reconocido por el propio Xi Jinping, la brecha de desigualdad entre ricos y pobres, sobre todo en la población rural.

El centenario del partido ha sido objeto durante meses de una intensa campaña, que insiste en particular en el control del covid-19, casi erradicado en China en la primavera de 2020, frente el caos epidémico de los países occidentales.

De la potencia humillada en la que se fundó el PCCh hace cien años, China ha pasado a ser una potencia temida, a la vez que objeto de las denuncias de los países occidentales que, en paralelo a las guerras comerciales, ponen el foco sobre el trato al pueblo uigur, las leyes sobre Hong Kong o la política hacia Taiwán.

Compromiso por la «reunificación completa»

Las celebraciones del centenario del Partido Comunista de China también se producen justo un año después de que Pekín impusiera una ley de seguridad nacional en Hong Kong, que redujo significativamente la oposición política en la excolonia británica, así como en el 24 aniversario de la devolución del territorio a China. Este año, la Policía de Hong Kong prohibió cualquier reunión de más de cuatro personas alegando motivos sanitarios y con un despliegue de 10.000 policías. Xi insistió en que China está comprometida con «un país con dos sistemas» en la gobernanza de Hong Kong y Macao, y apostó por resolver la cuestión de Taiwán y «lograr la reunificación completa de China», lo que «es una misión histórica y un compromiso inquebrantable del Partido Comunista». A este respecto, el presidente chino apeló a «tomar medidas decididas para derrotar por completo cualquier intento hacia la independencia» de la isla. «Nadie debe subestimar la gran determinación, la firme voluntad y la extraordinaria capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional e integridad territorial», advirtió en otra implícita referencia al Gobierno de Estados Unidos y al creciente estrechamiento de las relaciones entre Washington y Taipei para aumentar la presión sobre Pekín.GARA