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Kabul intenta frenar a los talibanes ofreciéndoles un reparto de poder

El Gobierno afgano, incapaz ante la ofensiva de los talibanes, ofreció a una delegación insurgente en Doha un acuerdo de reparto de poder a cambio del cese inmediato de los ataques a las principales ciudades de Afganistán, una propuesta que forma parte de las negociaciones de paz y de la que no se conocieron detalles. Kabul trata de frenar así el rápido avance de los talibanes, que ayer se hicieron con el control de otras tres capitales, entre ellas Herat.


Incapaz de frenar el avance insurgente y tras haber apelado a los señores de la guerra y haber organizado milicias locales con ese objetivo, Kabul habría ofrecido a una delegación talibán en Doha, en el marco de las negociaciones de paz, un reparto del poder a cambio del cese inmediato de los ataques a las ciudades, en las que la insurgencia no está encontrado oposición.

El presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, que desde el miércoles está en Doha para asistir a reuniones internacionales sobre el futuro de Afganistán, «ha presentado (el) plan para poner fin a la crisis a (los mediadores de) Qatar», según el canal de noticias.

No se conocían más detalles sobre esta propuesta, que busca poner fin al avance talibán después de que los insurgentes incrementaran la violencia y lograran capturar en la última semana doce de las 34 capitales de provincia en el país.

La portavoz de los Equipos de Negociación afganos en Qatar, Najia Anwari, aclaró a Efe que no se trata de un nuevo plan. «Es en realidad la hoja de ruta de la paz para el reparto del poder político de ambas partes y es uno de los temas a debatir en las negociaciones. No es algo completamente nuevo sugerir un reparto de poder. El objetivo es discutir esto en las conversaciones de paz para que podamos llegar a un acuerdo político para acabar con esta guerra destructiva», precisó.

«No se ha ofrecido nada»

Un portavoz de los talibanes en Qatar, Naeem Wardak, negó que hubieran recibido dicha oferta. «No se ha ofrecido nada de eso», aseguró a Efe.

Mientras tanto, el avance talibán continúa imparable. Qala-e-Naw fue anoche la duodécima capital en caer sus manos en tan solo una semana, la tercera ayer jornada, tras la meridional Ghazni y la occidental Herat, una de las mayores ciudades del país tras Kabul y Kandahar.

Ghazni es una provincia estratégica porque conecta a Kabul con el sureste y sur de Afganistán, mientras que Herat es uno de los principales centros comerciales y ejes de Afganistán, al compartir frontera con Irán y Turkmenistán.

Un alto responsable de las fuerzas de seguridad explicó que las tropas afganas se retiraron de Herat «para evitar más daños en la ciudad» y que se dirigieron a una base militar en el vecino distrito de Guzmara.

EEUU envía 3.000 soldados para evacuar su Embajada

Aunque el Pentágono negó que se trate de una huida, la operación de EEUU para evacuar a la mayor parte de su personal diplomático en Afganistán recuerda retiradas apresuradas estadounidenses en otras embajadas en conflicto en el pasado. Washington enviará a Kabul tres batallones, unos 3.000 soldados, casi los que tenía antes de comenzar la retirada del país y cuando ya tenía completado al 95% ese proceso, solo para esta operación. Con los talibanes acercándose a Kabul, Washington aseguró que no utilizarán el aeropuerto para llevar a cabo bombardeos, pero advirtió a los insurgentes de que si sus tropas son atacadas «habrá una respuesta sin ambigüedad alguna». «Esto no es un abandono, no es una evacuación, no es una retirada, es una reducción de nuestro personal civil», insistió el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, que aseguró que el trabajo de la Embajada continuará. Poco después Gran Bretaña también anunció el envío de 600 militares para ayudar a los británicos a abandonar el país.GARA