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La UE y EEUU congelan su guerra de aranceles y refuerzan su alianza

El presidente estadounidense, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentaron ayer en Roma el acuerdo para abolir los aranceles del acero y el aluminio y auguraron una «nueva era de cooperación transatlántica» y un paso adelante la «lucha contra el cambio climático». Un capítulo más en la estrategia del inquilino de la Casa Blanca para recuperar el prestigio perdido ante sus aliados europeos desde que llegó a la Presidencia.


La Unión Europea (UE) y EEUU han acordado aparcar su disputa comercial, suspender sus aranceles mutuos y lanzar una colaboración global sobre un acero y un aluminio sostenibles, «un gran paso en las relaciones que refuerza la alianza y les permite «luchar contra el cambio climático».

«EEUU no aplicará los aranceles de la sección 232 (de la Ley de Expansión Comercial) y permitirá la importación libre de aranceles de acero y aluminio de la UE en un volumen histórico» –la prensa especializada baraja 3,3 millones de toneladas–, mientras que la UE «suspenderá los aranceles relacionados sobre productos estadounidenses», informó la Casa Blanca.

«Tras esta decisión de EEUU, estoy satisfecha de anunciar que la Comisión propondrá suspender los aranceles que habíamos introducido», aseguró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una comparecencia en la cumbre del G20 en Roma junto al presidente estadounidense, Joe Biden.

«Juntos, EEUU y la UE abren paso a una nueva era de cooperación transatlántica que va a beneficiar a nuestra gente, tanto ahora como en los años venideros», señaló Biden. Para Von der Leyen, «es un gran paso adelante en nuestra renovada relación».

Destacó que el acuerdo ayuda a «restablecer los flujos comerciales transatlánticos» y aborda los desafíos compartidos en relación con el cambio climático, al tiempo que rebaja el coste para los consumidores estadounidenses, garantiza una industria siderúrgica estadounidense fuerte y competitiva durante las próximas décadas, y crea empleos.

«Podemos desechar la idea de que no podemos hacer crecer nuestra economía y apoyar a los trabajadores estadounidenses mientras abordamos la crisis climática. Podemos hacer las tres cosas», argumentó.

Von der Leyen destacó que el pacto «marca un hito en la renovada asociación UE-Estados Unidos». «Hemos logrado una solución para el comercio de acero y aluminio de la UE», aseguró

«La Comisión también propondrá suspender los aranceles implantados. Me satisface, además, sumarme al presidente Biden en el anuncio de una pausa en nuestra disputa en esta cuestión en la OMC», añadió, en referencia a las denuncias presentadas por ambas partes en este organismo por estos aranceles.

Producido en Europa

El pacto consentirá a ambos negociar un nuevo acuerdo comercial global para abordar el exceso de capacidad mundial de acero y aluminio procedente sobre todo de China, que en los últimos tiempos ha comercializado su acero barato en los mercados internacionales, dirigiéndolo a países como EEUU, a través de Europa, algo que Washington considera que penalizaba la competitividad de su industria.

A partir de ahora, el acero que ingrese en EEUU a través de Europa deberá haber sido producido íntegramente en Europa.

Pero además, se fomentará la protección del medio ambiente, porque, según dijo la Casa Blanca, «el acero y el aluminio fabricados en EEUU se producen con muchas menos emisiones que las alternativas más sucias fabricadas en China y otros lugares».

La disputa comenzó en 2018, cuando la Administración Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones comunitarias de acero y del 10% a las de aluminio y Bruselas respondió con reciprocidad sobre productos como los pantalones vaqueros, el bourbon, las motocicletas o la mantequilla de cacahuete.

Trump argumentó «intereses de seguridad nacional», pero Bruselas consideró que trataba de evitar la competencia.

Ahora, la Administración Biden está recuperando la estrecha relación con sus socios europeos y una muestra más es este pacto que calificó de «histórico».

La industria de tubos y la siderurgia vasca van a ser los grandes beneficiados del acuerdo de suspensión de los aranceles del acero y del aluminio. Supondrá un alivio para Sidenor y Arcelor Mittal –sus plantas de perfiles de Olaberria y Bergara exportaban a EEUU– y para Tubos Reunidos –que antes de la pandemia vendía el 46% de sus productos en EEUU– y Tubacex.