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El tifón Rai devasta Filipinas: muerte, evacuación en masa y daños enormes

El tifón Rai –Odette para los filipinos– es la tormenta más poderosa que este año ha azotado el archipiélago. Tras su paso, ha dejado un balance provisional de 169 muertos que se espera que aumente y una devastación total en varias zonas costeras de Filipinas. Isla tras isla, Rai ha recorrido más de 800 kilómetros de distancia, con lluvias y vientos implacables. Los expertos advierten: la excepcional ferocidad de estos tifones ya no está fuera de lo común.


El tifón Rai ha golpeado sin piedad las islas del sureste de Filipinas. Con vientos de 200 km/h, ha dejado un rastro de desolación enorme, aunque establecer la escala de las pérdidas aún es imposible. Muchas áreas siguen incomunicadas, millones de personas sin electricidad, comunicaciones cortadas y con poca agua. Cientos de miles de filipinos han tenido que dejarlo todo ante el poder destructivo de lo que la Cruz Roja ha denominado «tormenta monstruo»; lo han perdido todo: casas, escuelas, botes de pesca...

Hasta el momento, según medios locales que citan fuentes de la Policía, se habrían confirmado 169 muertes, pero se teme lo peor, que los deslizamientos de tierra generalizados y las inundaciones se hayan cobrado muchas más vidas. Los equipos de rescate describían escenas de completa devastación y el presidente de la Cruz Roja de Filipinas, Richard Gordon, declaraba a la BBC que «hay algunas áreas que parecen haber sido bombardeadas, peor que en la Segunda Guerra Mundial».

Rai, el decimoquinto tifón que ha azotado Filipinas este año, tocó tierra el pasado jueves como una tormenta de categoría 5 en la isla de Siargao, un popular destino turístico y de surf en la costa este central. La tormenta, que inicialmente acumuló vientos de hasta 260 km/h, con ráfagas de más de 300 km/h, luego se movió hacia otras islas como Mindanao y Palawan para continuar, ya debilitada, su camino hacia el mar de China Meridional.

Aunque Rai no haya sido tan fuerte como el supertifón Haiyan (Yolanda para los filipinos) que en 2013 mató a más de 6.000 personas y devastó amplios territorios en un archipiélago propenso a los desastres naturales, sí ha tomado a muchos por sorpresa; no se esperaban la forma en la que se fortaleció para coger un inmenso poder según se acercaba al país.

No obstante, para los expertos la evolución de Rai confirma una tendencia ya constatada: la incidencia directa de factores del cambio climático en la mayor ferocidad de los tifones.

Más y más destructivos

En ese sentido, es revelador un estudio realizado por investigadores del Instituto de Innovación Meteorológica de Shenzhen y la Universidad China de Hong Kong publicado en “Frontiers in Earth Science”. Entre sus conclusiones, explican que ahora los ciclones tropicales duran entre dos y nueve horas más y recorren un promedio de 100 kilómetros más tierra adentro que hace cuatro décadas. Y advierten de que, para finales de siglo, la velocidad promedio del viento cuando toque tierra podría aumentar en dos metros por segundo. Y ya se sabe que un pequeño aumento en las velocidades máximas del viento de un ciclón pueden traer mucha mayor destrucción.

Los tifones se encuentran entre los desastres naturales más peligrosos, con lluvias torrenciales, vientos destructivos y marejadas ciclónicas. Durante los últimos 50 años, han provocado 780.000 muertes y unas pérdidas económicas, difíciles de calcular, devastadoras.