China da una vuelta de tuerca en Hong Kong con la tipificación de nuevos delitos de «seguridad nacional»

Hong Kong tipificará nuevos delitos de seguridad nacional, anunció ayer la jefa del Gobierno, Carrie Lam, al presidir la primera sesión del nuevo Legislativo, compuesto íntegramente por representantes leales a Pekín después de que el nuevo sistema electoral recortara el número de diputados elegidos por sufragio directo e impidiera la presentación de candidatos no considerados «patriotas».

La nueva legislación, que recogerá una cuarentena de infracciones, completará la Ley de Seguridad Nacional impuesta en junio de 2020 desde Pekín y que ha servido para acallar a la oposición. La actual Ley de Seguridad, considerada una respuesta a las masivas protestas antigubernamentales de 2019, castiga cuatro crímenes: la secesión, la subversión, el «terrorismo» y la colusión con fuerzas extranjeras.

Lam indicó que presentarán una «legislación local», acorde con el artículo 23 de la Ley Básica de Hong Kong, una especie de Constitución implementada en 1997 tras la devolución de la antigua colonia británica a China.

Ese artículo estipula la introducción de leyes propias de seguridad nacional, pero un intento de desarrollarlo en 2003 provocó importantes manifestaciones que llevaron al Gobierno a abandonar el proyecto.

«El proceso legislativo relativo al artículo 23 forma parte de las obligaciones constitucionales y no puede ser retrasado más tiempo», dijo Lam, sin precisar los nuevos delitos.

Ese artículo aborda los crímenes de traición, secesión, sedición, subversión y robo de secretos de Estado, además de prohibir que organizaciones políticas extranjeras realicen actividades en Hong Kong o que grupos políticos locales tengan vínculos con entidades foráneas.

«Garantizar la estabilidad»

Dirigiéndose al nuevo hemiciclo, Lam se deshizo en halagos hacia la ley actual impuesta desde Pekín. «Su función actual es ser un punto de anclaje para garantizar la estabilidad y hacer saber a la gente que hay consecuencias», afirmó. «La ley nos impone prevenir, reprimir y castigar los crímenes. Si la prevención está bien hecha, podremos castigar menos», añadió.

Redactado de forma ambigua, el texto ha ilegalizado en la práctica casi toda la disidencia y ha remodelado la ciudad a imagen del autoritarismo chino.

Es poco probable que el nuevo proyecto de ley local no sea aprobado por el Consejo Legislativo.

En marzo, un comité elegirá un nuevo jefe del Ejecutivo. Lam, cuyo mandato de cinco años termina en junio, no indicó si pretende postularse.