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TENIS

A Djokovic también se le complica Roland Garros


Novak Djokovic, expulsado de Australia tras perder una batalla legal por no estar vacunado, aterrizó ayer en Belgrado en medio de una gran expectación. El deportista, de 34 años y considerado un héroe en Serbia, llegó a la capital pasado el mediodía local en un avión procedente de Dubai, donde hizo escala en su regreso.

Los medios serbios señalan que Djokovic abandonó el aeropuerto por otra salida a la habitual para evitar a los periodistas, y afirmaron que el tenista no hará declaraciones hasta que termine el Abierto de Australia el próximo día 30.

Varios centenares de seguidores, algunos con banderas de Serbia, se reunieron frente al edificio del aeropuerto de Belgrado para apoyarle con gritos como "Novak, eres nuestro campeón" y "Nole, Nole (el apodo de Djokovic)", pero no pudieron ver a su ídolo.

Y parece que lo sucedido en Australia se puede repetir dentro de unos meses en París, ya que el Gobierno del Estado francés, que hace una decena de días había señalado que el serbio podría participar en Roland Garros aunque no estuviera vacunado, rectificó y avisó de que todos los que compitan tendrán que tener la pauta completa, igual que se exigirá al público y a los profesionales implicados.

La rectificación llegó de la mano de la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, en la noche del domingo al lunes, horas después de que el parlamento adoptara el proyecto de ley que impondrá un certificado de vacunación para muchas actividades, también los espectáculos deportivos.

«Será obligatorio para el conjunto de los espectadores, de los practicantes, de los profesionales, franceses o extranjeros», escribió Maracineanu en un mensaje publicado en Twitter.