El pico en las UCI ha quedado atrás

La presión en UCI ha descendido notablemente desde el domingo pasado cuando, salvo cambio brusco de tendencia, se llegó al pico de ocupación en intensivos. La semana pasada fue la que registró más fallecidos en la CAV en la presente ola: 117.

Los datos de la epidemia, hasta ahora, han llevado cierto orden: primero el pico de contagios; luego, el de camas de hospital; tercero, el pico UCI, y cuarto, el de las muertes. Como la CAV ha decidido contar los casos diarios de una forma tan particular, toca inferir el avance de la sexa ola a partir de datos secundarios de hospitalización que, a la postre, son los que de verdad importan, junto con los decesos. Y los datos que llegaron ayer fueron esperanzadores.

Las cifras de hospitalización tienen sesgo diario. Los fines de semana la hospitalización suele aumentar y el lunes, cuando vuelve el médico a revisar, lo habitual es que haya más altas. Lo correcto es, pues, mirar de domingo a domingo.

Si se comparan los datos de este domingo con los del anterior, se aprecia que el día 16 había 143 personas en UCI, el máximo registrado en la presente onda. Este número ha descendido paulatinamente hasta las 112 camas, lo cual constituye una bajada significativa. Tanto que induce a pensar que el tercero de los picos, el de la presión en intensivos, se ha superado en la CAV (aunque puede que esta máxima no sea aplicable a cada territorio). En Nafarroa también ha bajado la presión de UCI en esos siete días, aunque no de forma tan determinante (pasó de 37 a 33 camas).

Los datos que presentó ayer Nafarroa quizá estén un poco distorsionados por esta diferencia entre altas y bajas según el día de la semana. La suma de la hospitalización en planta y la domiciliaria (aquí la CAV no es tan precisa y no distingue) está en máximos de la presente ola, pero no sería extraño que se corrija una vez se den las correspondientes altas del lunes.

Esta sucesión temporal de picos (casos, camas, UCI, muertes) responde a que, por lo general, las camas de hospital salen de los casos detectados a diario; las camas de UCI, de agravamientos de personas en planta, y los fallecimientos, de enfermos UCI. No siempre sucede así, pero sí se cumple en buena medida.

Esto hace pensar que si la cantidad de enfermos en unidades de intensivos a lo largo de esta semana va a ser significativamente menor que la de la semana anterior (arranca con un 24% menos de ocupación), resulta probable que la cifra de muertes semanales disminuya.

¿También el pico de muertes?

La CAV notificó ayer que 117 personas habían muerto por coronavirus la semana pasada. El dato supone un salto enorme con respecto a los fallecimientos notificados la semana precedente (cuando hubo 78). Ahora bien, como se ha explicado, resulta razonable pensar que esas 117 personas que murieron constituyan el pico semanal de decesos de la presente ola. O si no lo son, el pico de mortandad –el último de los picos– no andará ya muy lejos.

Otras dos cifras que apoyan el optimismo que desprende este análisis de los últimos datos recibidos se corresponden con el número bruto de ingresos (sin contrapesarlos con las altas, por tanto) registradas el domingo. Así, la CAV anotó 64 ingresos, que es el dato más bajo en tres semanas y un número que contrasta fuertemente con el máximo de la onda, el del 11 de enero, cuando se produjeron 150 nuevas hospitalizaciones.

En Nafarroa, los ingresos diarios apuntan también a un frenazo brusco. Ayer se contabilizaron 11 nuevas hospitalizaciones. Una cifra tan baja como esa no se alcanzaba desde principios de diciembre. Aunque, de nuevo, un dato así puede deberse a que se trató de un día festivo, pues el resto de la semana los ingresos rondaron la treintena.

En la rueda de prensa para dar los datos semanales, la consejera de Salud de Lakua Gotzone Sagardui constató ayer la existencia del «cambio de tendencia» del que ya habló la pasada semana. Sin embargo, reconoció que el descenso no está siendo tan rápido como se esperaba.

En Nafarroa, donde sí se miran casos diarios con algo de seriedad, hay datos que apuntan a que la reapertura de los colegios explica esa ralentización.

Osakidetza no encuentra médicos para 198 vacantes

La subdirectora de Osakidetza, Susana Martín, arropó ayer a la consejera Gotzone Sagardui en su rendición de cuentas semanal en el Parlamento. Martín precisó que, en estos momentos, hay 198 vacantes de médicos de familia y pediatras que no se pueden cubrir porque no hay personal disponible y que eso no es achacable a su Administración. ««Ojalá tuviéramos esos perfiles para contratar, porque tengan por seguro que lo haríamos», afirmó en respuesta a los grupos de la oposición. Tanto Martín como Sagardui argumentaron, un días después de la gran manifestación en defensa de la Atención Primaria vivida en la Comunidad Autónoma Vasca, que esta ausencia de profesionales y la pandemia son los dos factores que están tensionando a la Atención Primaria, pero afirmando que su Departamento no está de «brazos cruzados» ni «mira hacia otro lado», sino que está adoptando medias para paliar esa situación. GARA