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EEUU y la OTAN rechazan por escrito una de las demandas claves de Rusia

Estados Unidos rechazó en su respuesta escrita a Rusia una de sus demandas, frenar la ampliación de la OTAN, y apuntó al control de armamento como posible objeto de negociación. A la vez, reiteró las amenazas de grandes sanciones y la alarma por la invasión «inminente» de Ucrania. «No vamos a quedarnos de brazos cruzados», respondió Moscú.


EEUU y la OTAN entregaron ayer a Moscú las propuestas sobre seguridad que Rusia llevaba semanas demandando. El documento, elaborado en coordinación con los aliados de la OTAN, contó con el visto bueno del presidente, Joe Biden, y, aunque no se reveló su contenido detallado, el secretario de Estado, Antony Blinken, dejó claro que la demanda de Moscú de que se excluya a Ucrania de la OTAN no es aceptable. «Mantendremos el principio de puerta abierta de la OTAN», afirmó.

Washington deja abierta la puerta a una negociación con Rusia en materia de control de armas y colocación de misiles, si bien no detalló todo el contenido de su propuesta y pidió a Moscú que no lo revelara.

«Si Rusia reduce su agresión hacia Ucrania, detiene su retórica incendiaria y aborda las discusiones sobre el futuro de la seguridad en Europa con un espíritu de reciprocidad, estamos preparados para avanzar donde exista comunicación y cooperación», afirmó Blinken. A su vez, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que la Alianza tiende la mano a Rusia, pero «se prepara para lo peor».

La oferta escrita fue acompañada de las reiteradas amenazas a Moscú. Blinken insistió en que EEUU y sus aliados están listos para hacer que Rusia «rinda cuentas» en caso de una invasión de Ucrania, con acciones que supondrían costes significativos a su economía, como controles a las exportaciones y a las importaciones de tecnología.

El propio Biden afirmó que podría sancionar personalmente a Vladimir Putin.

EEUU mantuvo el tono alarmista sobre una invasión «inminente», poniéndole fecha –«de aquí a mediados de febrero»– y su Embajada dijo a los ciudadanos estadounidenses que ahora es el momento de dejar el país.

Pero el propio Gobierno ucraniano contradijo a Washington y estimó insuficiente el despliegue ruso para un gran ataque.

Rusia ha incrementado las maniobras militares en las últimas semanas con ejercicios en los que participan unos 6.000 hombres, aviones de combate y bombarderos, además de concentrar hasta 100.000 soldados en las fronteras con Ucrania.

Aunque este número «es significativo y representa una amenaza para Ucrania», el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kouleba, lo estimó insuficiente para una invasión.

EEUU, por su parte, puso el lunes en alerta a unos 8.500 soldados, que podrían reforzar la fuerza de reacción rápida de la OTAN de 40.000 uniformados. La Alianza Atlántica ha puesto sus tropas en alerta y ha enviado barcos y aviones de combate al este europeo. Blinken recordó el material militar que está llegando a Kiev, y la República Checa se sumó ayer al rearme con 4.000 obuses de artillería.

A la vez, en Rusia, el senador Andrei Turshak pidió que se suministren armas a los separatistas prorrusos en el Donbass.

El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, había afirmado previamente que «si Occidente continúa su camino belicoso», «no nos quedaremos de brazos cruzados» y Moscú tomaría las contramedidas necesarias. Volvió a denunciar la «histeria» occidental ante la supuesta inminencia de una intervención militar rusa.

Los europeos negocian y temen el castigo del gas

Diplomáticos rusos, ucranianos, franceses y alemanes se reunieron en París bajo el denominado formato «Normandía» para tratar de calmar la crisis, antes de la reunión de hoy entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el ruso, Vladimir Putin, con los Acuerdos de Minsk como base de un diálogo que seguirá la semana que viene. El Elíseo dejó claro que este diálogo va acompañado de «disuasión», aunque las instituciones europeas negocian con EEUU para que las sanciones de esa disuasión «no den dar lugar a réplicas que supondrían un coste para nosotros, como un bumerán». Por ello, EEUU busca proveedores para la UE, que recibe un 41% de su suministro de Rusia, en caso de que Moscú corte el grifo. Entre las alternativas está tanteando a Qatar, cuyo emir será recibido el lunes por Joe Biden. Pero Washington debe convencer a los clientes de gas qatarí –que tienen acuerdos a largo plazo– para desviar parte de una producción ya cerca del máximo de capacidad.GARA