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CAMPAñA ELECTORAL Y CASTILLA Y LEÓN

Un PP al alza y la ilusión de la izquierda en Castilla y León

Primer match electoral de 2022 en el Estado español. Mañueco mejoraría en escaños respecto a 2019 y se acerca a mantener a la derecha en la Junta, que lleva 35 años. Según el CIS, PSOE y UP podrían gobernar si el progresismo se moviliza y pacta con el regionalismo leonés. Y el factor España Vaciada.


Casi dos millones y medio de habitantes repartidos en nueve provincias en la comunidad autónoma más grande del Estado. Siempre eclipsada mediática y políticamente por la metrópoli madrileña, y colindante con Euskal Herria, Castilla y León tendrá su momento protagónico en dos semanas, con las elecciones anticipadas para elegir un ejecutivo de la Junta debido al quiebre de la coalición de gobierno PP-Ciudadanos. Esta comunidad no es ajena a los cambios que se están produciendo en el mapa político del Estado en los últimos años. La estabilidad del bipartidismo acabó en la legislatura anterior y si bien el PP tiene posibilidades de arañar las cuatro décadas ininterrumpidas si gana el 13 de febrero, el Parlamento ubicado en Valladolid será el más fragmentado de su historia.

Ocurre porque a la novedad que significó el quiebre del bipartidismo por Unidas Podemos y Ciudadanos, y al ascenso de Vox poco después, en estos comicios se estrenará la marca España Vaciada (aunque por tiempos legales concurre con otros nombres), con miras a prepararse para las generales.

La campaña formal comienza hoy y acabará el 11 de febrero. Las Cortes se constituirán el 10 de marzo y empezará a correr el reloj para la formación del gobierno. Por un pacto de Pablo Casado y Albert Rivera, Cs acabó coaligándose con el PP y sus promesas de renovación política quedaron en vano. En esta comunidad no se precisó de la abstención de Vox, como sí en Madrid y Andalucía y otros tantos ayuntamientos clave. Quizás sea por eso que la ultraderecha no ha tenido tanta relevancia en la dinámica legislativa y no ha calado tan hondo en el electorado como en otras regiones. Según las encuestas, Vox crecerá pero mucho menos que en otros sondeos.

Si bien sondeos privados (como el de GAD3) dan muchas probabilidades a un triunfo de Alfonso Fernández Mañueco (PP) en votos y escaños, este miércoles el CIS ha sacudido el tablero de las especulaciones, al pronosticar un empate técnico entre PSOE y PP y darle oxígeno a la ilusión de la izquierda. En caso de una movilización de su electorado (es decir, si la mejor proyección que les otorga el CIS se hiciera real), los socialistas y Unidas Podemos podrían hacerse con el gobierno de la Junta si consiguieran pactar con los soberanistas leoneses o con los regionalistas de la España Vaciada.

Quien gobierne necesita la confianza de 41 de los 81 escaños. Según el CIS, el PSOE obtendría el 30% de los votos y entre 25 y 34 procuradores, casi lo mismo que augura al PP. UP disputa el espacio de la tercera fuerza con Vox, ambos alrededor del 9%, y Ciudadanos se desplomaría, perdiendo dos tercios de sus escaños. Los leonesistas obtendrían tres escaños, en tanto que las diferentes siglas de la España Vaciada podrían sumar entre tres y cuatro.

En el caso que la izquierda consiga sus mejores proyecciones, su cercanía con los leonesistas ya fue probada hace dos años, cuando PSOE y UP apoyaron una declaración en favor de la autonomía de la denominada Región Leonesa (León, Zamora y Salamanca), con el voto en contra de las derechas. Si bien UPL no es un partido de retórica progresista sino más parecido a los ex convergentes catalanes, a la hora de los pactos es posible que vea en un gobierno rojimorado mejor eco a sus demandas. Si se recuerda el currículum legislativo de Teruel Existe en el Congreso, se puede pensar que algo similar ocurriría con los escaños de la España Vaciada.

Pero si las mejores proyecciones del CIS para los conservadores se cumplieran, un gobierno tricolor con Mañueco a la cabeza lo tendría fácil. La extrema derecha hará el sorpasso a Cs y habrá que ver si entran o no al gobierno. El PP mejoraría en tres escaños con respecto a 2019. El castellanoleonés es un PP tradicional, que marcó diferencias con el discurso ayusista (especialmente en lo relacionado a la pandemia) y que no parece sufrir el desgaste ante la ultraderecha y los regionalismos como en otras zonas del Estado

Según informaron a GARA fuentes «populares», Casado estará presente en actos en las nueve provincias, celebrará cuatro mitines con Mañueco y el PP pondrá en escena a los expresidentes Aznar y Rajoy.

Por otro lado, fuentes de la campaña socialista señalaron a GARA que el eje de la campaña de su candidato, Luis Tudanca, estará puesto en la política sanitaria y sumarán al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a como mínimo cuatro actos. Este sábado en Zamora y en febrero en Soria y León, además del cierre en Valladolid.

Las provincias bastión del voto del PP son Salamanca y Ávila, mientras que el PSOE suele ser más fuerte en Valladolid y las capitales provinciales (gobierna en cinco de nueve).

Sicilia y León. La frase «Sicilia y León» es dicha con sarcasmo por miembros del PSOE cuando se refieren al gobierno de la Junta, que en más de tres décadas ha construido un tejido que entremezcla negocios y política similar al de Madrid o, en su momento, el País Valencià. De hecho, portavoces socialistas no duraron en opinar tras el adelanto electoral que esa decisión fue producto de un deseo de Génova: evitar que el desfile de altos cargos del PP de Castilla y León empañara la campaña que tendría lugar en 2023.

Esto es porque hay resonantes investigaciones de corrupción que irán muy posiblemente a juicio oral en los próximos meses. Uno es el «caso primarias» por el que se investiga el presunto delito de financiación ilegal en el proceso de primarias internas de 2019 del que salió electo Mañueco. Otro es el «caso Perla Negra», por irregularidades en la construcción de la sede de la Consejería de Economía. Pero el más estruendoso es «la trama eólica», que implica a varios ex altos cargos bajo el gobierno de Juan Vicente Herrera, y consiste en la presunta trama por la cual dirigentes del PP se habrían repartido mordidas por 75 millones de euros de parte de empresas de energía renovable.