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AZKEN PUNTUA

Un «match point» en el Congreso


El jueves, a última hora, se conoció la noticia de que el Congreso había aprobado la reforma laboral por un solo voto de diferencia.

Dejando claro que el 30 de enero me manifesté en contra y que esta ley me parece una de las grandes deslealtades del Gobierno del PSOE y UP hacia la clase trabajadora, no imaginé que su aprobación pudiera ser tan surrealista. Después de un cambio de cromos con UPN y de la intervención de dos trásfugas de este partido para tumbarla, al final, un voto despistado del PP decidió la votación y el Gobierno ganó el partido.

Y digo el partido y no el debate porque al leer lo que ocurrió ayer en el Congreso recordé esa figura del tenis, el match point, que inspiró a Woody Allen una magnífica película, allá por el 2005. Según el diccionario inglés, match point «es el punto final necesario para ganar un partido». Es decir, cuando la pelota, en un último y decisivo momento, se tambalea en el aire y cae a un lado de la red, decidiendo quién gana o pierde. Muy emocionante. Y en el caso de Allen, una recurrencia muy ingeniosa para acabar una cínica e intrigante historia.

En cuanto a la reforma laboral, quizás sea el único desenlace que cabía en este guion, escrito para que todo se quede más a o menos como querían los empresarios. El voto del PP es lo que, en cine, se llama factor sorpresa, el que siempre justifica el final deseado.