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KIEV-MOSCÚ
GUERRA EN UCRANIA

Rusia, señalada en la ONU, se vuelve a sentar a negociar con Kiev

Moscú y Kiev negocian hoy un alto el fuego en un segundo encuentro al que Rusia llega mientras asedia varias ciudades, pero con el creciente aislamiento económico y cultural. La Asamblea de la ONU se sumó al rechazo a la invasión. Ucrania llega con cientos de muertos y un éxodo masivo, pero con el rearme de sus aliados al que se sumó el Estado español.

El cese el fuego en la guerra de Ucrania está hoy sobre la mesa en el segundo encuentro negociador entre Rusia y Ucrania, también en territorio bielorruso y esta vez cerca de la frontera con Polonia. En la primera reunión del lunes, Kiev exigió el fin inmediato de la invasión, mientras Moscú parecía esperar una rendición.

Ahora las partes se sentarán mientras el Ejército ruso ha endurecido los ataques sobre las ciudades tras una semana de invasión, sobre todo en Jarkov, donde ayer aterrizaron tropas aerotransportadas rusas y, según las autoridades ucranianas, tomaron la estación de tren y el puerto fluvial. Previamente, los bombardeos habían dejado ya cuatro muertos y nueve heridos. Poco después, un misil alcanzó el edificio del Ayuntamiento.

La víspera las bombas llegaron también al centro de la ciudad –la segunda del país y de mayoría de población rusófona– y causaron la muerte de al menos 21 personas en ataques a edificios de las fuerzas de seguridad y de la universidad.

Kiev, donde los vecinos que no han huido llevan días preparándose para un asalto, ayer vivía una relativa calma tras los ataques del día anterior a la torre de televisión, que dejaron cinco muertos. El metro se ha transformado en un refugio antiaéreo donde decenas de familias han pasado las últimas seis noches en el suelo, sobre sábanas y toallas.

«Kiev resiste y resistirá», afirmó su alcalde, Vitaly Klitschko, aunque reconoció enfrentamientos en barrios periféricos.

Los bombardeos también alcanzaron la ciudad de Zhitomir, a 150 km de Kiev, donde al menos tres personas fallecieron. En el sur, el Ejército ruso anunció el control total de Jerson. Su alcalde, Igor Kolyjaiev, habló de un «desastre humanitario» y pidió un corredor para evacuar a las víctimas y transportar medicinas y alimentos.

En la estratégica Mariupol, rodeada por fuerzas rusas, el Ejército ruso también seguía con los bombardeos para controlarla y asegurar la continuidad territorial entre las fuerzas que han avanzado desde Crimea y las de los territorios del Donbass.

En este contexto, y tras tres días de debates, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución que «deplora» la invasión de Ucrania y «demanda» la retirada de las tropas rusas, y que contó con 141 votos a favor, el rechazo de Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea, y la abstención de 35 países, entre ellos China, Irán, India o Sudáfrica, así como de varias naciones latinoamericanas y buena parte de las africanas.

Pero a pesar de la presión internacional, el aislamiento cultural y las sanciones económicas sin precedentes, Vladimir Putin parece decidido a continuar la ofensiva.

«Guerra nuclear devastadora»

El presidente de EEUU, Joe Biden, aseguró en su discurso de la Unión que Putin está ahora «más aislado que nunca del resto del mundo» y que se equivocó al pensar que Occidente y la OTAN no responderían.

Desde Moscú llegó la réplica inquietante del ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, que señaló que Biden «sabe que la única alternativa a las sanciones contra Rusia es una Tercera Guerra Mundial» y que sería «una guerra nuclear devastadora», aunque el Ministerio matizó que «partimos del punto de que ese guion apocalíptico no se llevará acabo bajo ningún pretexto y bajo ninguna condición».

Los titulares de Exteriores de la UE y de la OTAN se reunirán mañana para dar más pasos en el envío de armas a Ucrania, después de que la UE haya puesto a disposición de Kiev 500 millones en armamento.

Al menos la mitad de los miembros de la OTAN también han suministrado armamento a Kiev. El Gobierno español se sumó ayer, en una decisión que suscitó diferencias en sus socios de Unidas Podemos, que se movió entre el apoyo de la vicepresidenta Yolanda Díaz y las críticas de la líder de Podemos, Ione Belarra. Por su parte, el PNV apoyó la medida porque considera que «con chalecos y vendas» no se repele la agresión rusa y EH Bildu rechazó «la opción de participar activa y directamente en esta guerra y medidas dirigidas a avivar el conflicto», y pidió apoyar la distensión mediante la diplomacia. «Se puede rechazar enérgicamente la invasión de Ucrania sin tener que legitimar, ni apoyar, ni reforzar la OTAN», añadió.

Sánchez afirma que el consulado dará asistencia al periodista Pablo González

Después de tres días de detención Gonzalo Boye, el abogado del periodista vasco Pablo González, seguía ayer sin poder contactar con su defendido, que permanece incomunicado en Polonia. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró que el consulado habría «contactado» con él y «se le va a dar asistencia consular». González fue detenido por las autoridades polacas cerca de la frontera con Ucrania cuando desarrollaba su labor como periodista contando los efectos de la guerra. EH Bildu exhortó a Sánchez a actuar para solucionar el caso.GARA