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Más represión policial para frenar las entradas en Melilla


Un fuerte despliegue policial por parte del Estado español y Marruecos impidió ayer que un millar de personas entrase en Melilla. 400 consiguió llegar hasta la valla pero la Policía marroquí respondió con gases lacrimógenos. Fuentes de la Delegación del Gobierno español en Melilla informaron de que, sobre las 6:00, el llamado «dispositivo antiintrusión» de la Guardia Civil detectó la aproximación al vallado de un grupo formado por unas mil personas.

De ese millar, unas 400 personas lograron llegar hasta el vallado poco antes de las 8.00 en la zona establecida entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni-Enzar.

Según la versión de la Delegación del Gobierno español, las fuerzas de seguridad marroquíes «se vieron hostigadas con violencia» pero su «perfecta coordinación e impecable actuación ha permitido contener el salto al vallado» de Melilla.

Testigos presenciales explicaron a Efe que, en la parte marroquí del perímetro, los agentes emplearon material antidisturbios, concretamente gases lacrimógenos.

Este intento de entrada en Europa llega se suma a los producidos los días 2, 3 y 4 de este mes.

El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, apostó el lunes por «mantener el nivel de cooperación y coordinación excelente con las autoridades marroquíes» y defendió la actuación policial, cuya violencia fue denunciada en redes sociales.

Ante las preguntas sobre la investigación de esta respuesta, Marlaska la justificó por el nivel de «violencia inusitada» de los asaltantes, que concretó en el uso de «garfios, palos más grandes que las defensas y tornillería en sus zapatos».