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SEGUNDA

Un punto y gracias ante un Mirandés superior

Stoichkov adelantó de penalti al Eibar, que no pudo retener su ventaja.


EIBAR 1

MIRANDÉS 1


El Eibar salvó un punto que le mantiene al frente de la clasificación, con tres puntos ahora sobre el Valladolid. Recompensa de sobra para los armeros porque el Mirandés fue superior durante todo el partido y además se adelantaron con un penaltito que perfectamente podía haberse ahorrado el árbitro. Claro que en los últimos minutos también se comió uno clarísimo a Llorente.

Llegaba el Mirandés por su clara mejoría desde la llegada de Joseba Etxeberria al banquillo y sus tres victorias consecutivas. Bien plantado y valiente, quiso sumar la cuarta desde el pitido inicial. Se apoderó del centro del campo y con ello del partido ante un rival que necesitó treinta minutos para rematar entre los tres palos y que sólo en los minutos previos al descanso, espoleado por el susto que se llevó con el gol anulado a Riquelme por fuera de juego, consiguió que el balón pasara de su parcela a la contraria, aunque lo hiciera con más empuje que claridad. Aunque el primer tiempo también acabó con susto, por la vaselina de Iñigo Vicente que se estrelló en el larguero.

Nada más arrancar la reanudación llegó el gol local. Caía Corpas ante Álex López y el árbitro daba por bueno el penaltito que permitía a Stoihckov anotar su 17º gol del curso y poner al Eibar por delante.

El Mirandés reaccionó de inmediato. La misma acción en la que sacaba de centro acabó con un remate de Riquelme que Cantero despejó con apuros. Era un aviso de lo que estaba por venir porque los armeros tampoco supieron jugar con ventaja ante un rival que no se cansó de buscar el gol. Lo consiguió con un magnífico cabezazo cruzado de Marqués en un córner.

Sólo entonces apareció el Eibar, mejorado con los cambios en faceta ofensiva. Lizoain despejó junto al larguero un gran disparo de Aketxe desde la frontal y en ese córner, Llorente fue objeto de un penalti clarísimo que no vio ninguno de los árbitros, ni los del campo ni los de la sala VOR. Quique, con un remate desde la frontal, volvió a probar a Lizoain pero canario estuvo tan bien como el resto de sus compañeros y sujetó un punto que se antojó corto para los méritos del Mirandés.