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Polonia y Bulgaria recibirán gas de sus vecinos tras el corte de Gazprom

El desafío de cortar la dependencia del gas ruso, que la UE prepara pero para el que aún no está lista, se ha visto acelerado por el cierre del suministro a Polonia y Bulgaria por parte de Gazprom por no pagar la factura en rublos. Bruselas asegura tener alternativas.


Bulgaria y Polonia recibirán gas de sus vecinos de la UE, después de la suspensión de las entregas de la rusa Gazprom, según anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que consideró que «el Kremlin usa los combustibles fósiles como instrumento de chantaje».

Bulgaria y Polonia ya habían asegurado que podían obtener el gas de otras fuentes después de que la empresa rusa de gas Gazprom anunciara que suspende todas las entregas a ambos países por no haber realizado pagos en rublos.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ya adelantó el mes pasado que Rusia solo aceptaría pagos «de países hostiles» en rublos, en reacción a las sanciones impuestas por varios países occidentales, que han congelado sus reservas de divisas y bloqueado gran parte de la actividad bancaria rusa.

Von der Leyen advirtió de que las empresas europeas que aceptan pagar el gas ruso en rublos, como exige Moscú, violarían las sanciones de la UE y enfrentarían un riesgo legal «alto», a pesar de que varios socios lo han aceptado, lo que puede quebrar la unidad de la que la Von der Leyen se jactó.

La guerra de Ucrania ha puesto de nuevo en evidencia la dependencia de la UE del gas ruso, que representa el 45% de sus importaciones, y de la que intenta deshacerse.

Varsovia dice tener reservas

Polonia prometió que no habrá escasez en el país y que los suministros están asegurados porque sus reservas de gas son altas y cuenta con conexiones a sus vecinos. La ministra polaca de Clima y Medio Ambiente, Anna Moskwa, aseguró que las reservas «rondan el 80% y «por el momento, no hay necesidad de buscar nuevos suministros: tenemos suministros de GNL (gas natural licuado), contamos con el interconector checo y, en un momento dado, recurriríamos al interconector lituano».

Por su parte, la empresa PGNiG aseguró que el corte en las importaciones de gas rusos estaba previsto desde el viernes, cuando concluyó el plazo ruso para empezar a pagar en rublos la factura energética, y calificó la suspensión del suministro de gas como «un incumplimiento de contrato», por lo que «se reserva el derecho de reclamar sus derechos contractuales. En cualquier caso, Varsovia preveía no renovar el contrato con Gazprom.

El Gobierno polaco hizo pública una lista con los nombres de 50 compañías e individuos rusos con intereses comerciales en Polonia que serán objeto de sanciones, entre las que se encuentra la filial polaca de Gazprom. Asimismo, Bulgaria reconsiderará todos sus contratos con Gazprom, incluso uno de tránsito, en respuesta al que calificó como «chantaje inaceptable».

El primer ministro búlgaro, Kiril Petkov, aseguró contar con fuentes alternativas para hacer frente al corte de suministro ruso, que cubre hasta 90% de las necesidades del país, y el ministro de Energía, Alexander Nikolov, lamentó que el gas se haya convertido en «un arma política y económica». El Gobierno búlgaro asegura contar con reservas almacenadas para unos seis meses y que el principal almacén para gas natural del país está al 18% de sus capacidades. Bulgaria usa el gas natural sobre todo en la industria y en plantas de calefacción, aunque no para la producción de energía eléctrica, para lo que cuenta con yacimientos propios de carbón y una planta nuclear

Petkov espera contar para antes del verano con el interconector de gas natural con Grecia, que podrá suministrar unos 3.000 millones de metros cúbicos, lo que equivale al consumo anual de Bulgaria.

Extender la medida

El presidente de la Duma del Estado o Cámara de Diputados de Rusia, Viacheslav Volodin, se congratuló por el corte de los suministros de gas ruso a Bulgaria y Polonia, y pidió extender la medida a «otros países inamistosos».

Añadió que Bulgaria y Polonia tuvieron la posibilidad de aceptar la propuesta de pagar en rublos pero «los dirigentes de esos países no lo quisieron. Pues que ahora expliquen a sus ciudadanos cómo van a salir de esta situación y qué intereses tomaron en cuenta al adoptar esa decisión».

Moscú ha reiterado que los envíos de gas también se interrumpirán para otros países si no aceptan el nuevo mecanismo de pago en rublos.

Fuentes de Gazprom indicaron que diez compradores europeos han abierto cuentas especiales en rublos en Gazprombank, y cuatro ya han efectuado los pagos en la moneda rusa. Según el mecanismo que Moscú implementó para sortear las sanciones, los compradores pagan en una cuenta en dólares en este banco, que se encarga de convertirlos en rublos en otra cuenta.

Aunque no detalló quiénes son estos compradores, el presidente del Partido Popular Europeo, Donald Tusk, acusó a Hungría –que ya confirmó su voluntad de pagar en la moneda rusa–, Austria y Alemania de estar en la «rublozona» en lugar de en la «eurozona». El Gobierno austríaco informó de que sigue recibiendo gas natural ruso sin restricciones.