Jai Hindley (Bora) no tuvo problemas ayer en la crono final del Giro de 17,4 kilómetros en Verona ganada por Matteo Sobrero (BikeExchange) para mantener la maglia rosa con la tranquilidad que le daba tomar la salida con 1:25 de ventaja a Carapaz y subió al podio por vez primera como ganador de la prueba junto a Richard Carapaz, segundo, y Mikel Landa, tercero.

La última etapa no provocó ningún cambio entre los ocho primeros. Carapaz fue el mejor, décimo, pero solo pudo aventajar en siete segundos a Hindley, mientras que Mikel Landa, que debía superarle en 26 para arrebatar la segunda plaza, hizo una mala crono. Perdió 1:40 con el de Ineos y demostró que llegaba muy justo al final del Giro.

Más disputadas estuvieron las plazas cuarta, quinta y sexta. En la referencia intermedia Hirt, que empezaba con doce segundos de desventaja con Pello Bilbao, le recortó tres y Nibali perdió 39 de los 58 que le sacaba el gernikarra, que en la meta aventajó en dos al checo y en 46 al siciliano, con lo que se mantuvieron los tres puestos como estaban. Pello Bilbao se quedó a doce segundos de la cuarta plaza y aventajó en catorce a Hirt.

Primer Giro para Australia

El del Bora se convirtió a los 26 años en el primer australiano en ganar un Giro después de perderlo en la crono final en 2020 vestido de rosa. Parecía que su segundo puesto de entonces por detrás de Tao Geoghegan Hart se debía a una pobre participación en una temporada que, por la pandemia, impedía compaginar el Giro con otra grande.

El año pasado nunca estuvo en el Giro entre los veinte primeros antes de abandonar camino del Zoncolan, su séptimo puesto en Polonia y el quinto de Tirreno esta temporada han sido sus mejores prestaciones desde entonces, y no partía por ello entre los principales favoritos. Pero ganó la etapa del Blockhaus al aprovecharse del marcaje de Carapaz, Landa y Bardet, fue capaz de responder al ataque del ecuatoriano y al gran trabajo del Bora en Turín y en la última semana le ha bastado un solo ataque en La Marmolada para lograr la victoria.

Carapaz se equivocó al desgastarse todos los días con la intención de ampliar una renta que le podía valer en lugar de dejar la responsabilidad al australiano y lo pagó el sábado. Su segundo puesto en una prueba que ganó en 2019, que se suma al logrado en la Vuelta de 2020 y al tercero del Tour de 2021, ha sido el más amargo de sus cuatro podios el día en el que cumplía 29 años.

Mikel Landa, a sus 32 años, igualó el tercer puesto logrado en el Giro de 2015. Desde entonces ha sido cuarto en el Giro de 2019 y en los Tours de 2017 y 2020, prueba en la que acabó sexto en 2019 y séptimo en 2018 y tras la grave caída del pasado Giro ha sido capaz de volver al primer nivel. Lo dieron todo él y Bahrain. No se les puede reprochar nada y, además de la victoria de Santiago Buitrago, ganaron la general por equipos.

A ese logro contribuyó Pello Bilbao, que igualó la quinta plaza de 2020. Llegó muy justo a la tercera semana después de una temporada en la que ha estado entre los mejores en todas las pruebas y tiene mucho mérito su actuación, como la de Nibali, cuarto en su último Giro a pocos meses de cumplir 38 años.

Fueron los mejores en un Giro muy decepcionante por la retirada de corredores importantes y la falta de ataques por un recorrido que no ofrecía más que dos finales duros, el Blockhaus y La Marmolada, lo que provocó que los más fuertes se lo quisieran jugar todo a la última carta.

Podio de Álex Aranburu

Alex Aranburu (Movistar) acabó tercero la general de Boucles de la Mayenne a seis segundos de Benjamin Thomas (Cofidis) y tres de Benoit Cosnefroy (Ag2r) tras una última etapa ganada al sprint por Juan Sebastián Molano (UAE) a Orluis Aular (Caja Rural) y Bryan Coquard (Cofidis).