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BALANCE DE LA TEMPORADA DE BASKONIA

La mediocridad se ha tragado la temporada de Saski Baskonia

Fuera de la Copa y los play-offs de la Euroliga, y sin opciones en la Liga ACB, la llegada de Neven Spahija en lugar de Dusko Ivanovic ha convertido el juego gasteiztarra en algo irregular y en el que solo Baldwin y Fontecchio han dado de veras la talla. En total, 34 victorias y 38 derrotas en una campaña que se cierra con la probable llegada de Joan Peñarroya por Spahija.

(Raul BOGAJO | FOKU)

Después de 72 partidos, Bitci Baskonia ha acabo la campaña 2021/22 con 34 victorias y 38 derrotas, sin haber disputado la Copa ni haber jugado los play-offs de la Euroliga, mientras que las semifinales de la Liga ACB llegaron merced a una gran victoria en Valencia, pero con el condicionante de la lesión de Marin Hermannsson y un ataque de pánico de la escuadra taronja. Un Real Madrid lleno de bajas ha barrido a los gasteiztarras.

Ha habido cosas buenas, como por ejemplo la recuperación de Wade Baldwin después de que en un momento dado se llegara a especular de que el fichaje estrella se iba a borrar. Asimismo, Simone Fontecchio ha sido el valor más seguro en el perímetro baskonista.

También ha regresado el público y eso siempre es un valor. Eso sí, apenas se han llegado rozar las 10.000 entradas en el Buesa Arena en los días de mayor afluencia.

Pero las malas noticias han sido muchas más. Primero, que Dusko Ivanovic ha sucumbido a los «idus de noviembre», tal y como le sucedió hace una década. Neven Spahija fue su sustituto en una segunda etapa 14 años después de su título de Liga ACB de 2008.

MORIR DE PIE ES MORIR

El 7 de noviembre Saski Baskonia remontaba un 18-33 adverso ante Unicaja para terminar ganando por 92-89. Dusko Ivanovic lograba la que sería su última victoria en Gasteiz, aunque para ello tuviera que sacrificar a Baldwin y Steven Enoch y tirar de Sedekerskis, Marinkovic y una rotación de seis jugadores. «Si vas a morir, que sea en pie y con la gente en la que confías», dijo el técnico, luego de evitar su cese con un triunfo que suponía cortar con una racha de cinco derrotas. Días más tarde, un 93-67 adverso en la Euroliga frente al Barça suponía el último clavo en su ataúd.

El 15 de noviembre llegaba Neven Spahija para completar su segundo ciclo en el Baskonia, luego de una vasta experiencia en China y sobre todo como asistente en la NBA. Su debut, el 17 de noviembre, fue un gran triunfo ante el Estrella Roja de Belgrado por 93-74. «Mejoraremos, pero no puedo hacerlo solo», advertía. Por desgracia, el ritmo frenético de partidos que impone sobre todo la Euroliga, rompieron el «período de gracia» en muy pocas semanas

SOLO UN RITMO

La mejor noticia de la llegada de Spahija ha sido que el croata le ha dado las llaves del equipo al de Nueva Jersey. Adusto en sus formas, el norteamericano no ha terminado de calar en la afición, pero nadie le puede achacar que no lo haya intentado. Cierto que ha tenido partidos en los que solo ha lucido su talento cuando las cosas estaban perdidas o directamente imposibles, pero conforme más jefe se ha sentido del equipo, más y mejor ha asumido la responsabilidad.

SIN CANTERA

La Otra de las miserias de este Baskonia es el escaso empleo de la cantera. El problema ha estado personificado sobre todo en Sedekerskis, un jugador erigido en un miembro útil de la rotación de Ivanovic, sobre todo de ala-pívot y de pívot, lejos del fino estilista que llegó a Gasteiz con 18 años, pero convertido en un jugador sólido, buen defensor y listo en el juego sin balón. Fue una alegría ver a Raieste ser un jugador decisivo en la victoria ante Anadolu el 8 de marzo, con el estonio anotando 11 puntos sin fallo en el último cuarto. Pero ni ha tenido el acierto ni la confianza para tener más actuaciones como esta y en los play-offs su trascendencia ha sido nula.

De cara al año que viene algo habrá que hacer. Estos tres jugadores tienen contrato y por detrás llegan Sidi Cissiko, Savkov y Hanzlik, cedidos al Iraurgi, más Miguel González, en punga por subir a la Liga ACB en su cesión a Lleida.