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Biden presume de sionista para reforzar a Israel en las alianzas en la región

El presidente de EEUU, Joe Biden, alardeó de su sionismo en el inicio de un viaje a Oriente Medio cuyo objetivo es reforzar el papel de Israel y su red de alianzas con las satrapías árabes de la región para hacer frente a Irán. Biden certifica la continuidad de los pasos dados por Donald Trump y deja a los palestinos en un segundo plano.

Gantz, junto a Biden y Lapid, con el sistema antimisiles Cúpula de Hierro. (Gil COHEN-MAGENA | AFP)

El presidente de EEUU, Joe Biden, dejó claro desde su llegada al aeropuerto Ben Gurion que el objetivo prioritario de su gira por Oriente Próximo es fortalecer el papel de Israel en la región y su red de alianzas frente a Irán y, por extensión, China y Rusia. De hecho, el viaje se centra en asuntos de interés para Israel y deja en un segundo plano cualquier reclamación palestina, certificando la continuidad, de facto, de las políticas de su predecesor, Donald Trump.

El primer ministro, Yair Lapid, agradeció el apoyo que Biden ha brindado durante décadas al Estado judío y lo consideró «uno de los mejores amigos que ha tenido Israel».

Biden, por su parte, correspondió a ese halago repitiendo una frase recurrente en él: «No necesitas ser judío para ser sionista».

Lapid subrayó su deseo de hablar con Biden de la «necesidad de restaurar una coalición global fuerte para detener el programa nuclear de Irán», cuando Israel está tratando de evitar que se recupere el pacto de 2015 que limita el programa nuclear iraní, que EEUU hundió en 2018, y se levanten las sanciones contra Teherán.

A la vez, busca formar una nueva arquitectura de Oriente Medio formando un frente común con las monarquías de la región hostiles a la República Islámica. Y Biden está dando continuidad a la dinámica que bajo el liderazgo de la Administración Trump impulsó los Acuerdos de Abraham y la normalización de relaciones de Emiratos Árabes Unidos y Bahrein con Israel en 2020. El Gobierno israelí espera que la gira de Biden, que también lo llevará a Arabia Saudí, impulse una normalización con el reino de los Saud tras un simbólico vuelo directo sin precedentes Tel Aviv-Jeddah.

De hecho, el escepticismo de los palestinos con esta visita constata que Biden apenas ha variado la política de Trump. El Ejecutivo demócrata mantiene la Embajada en Jerusalén, frente al consenso internacional que evitaba oficializar la anexión ilegal de la ciudad. Tampoco ha llevado a cabo la prometida apertura del consulado de EEUU en Jerusalén que Trump cerró ni se plantea reabrir la oficina de la OLP en Washington.

Rabia de los Abu Akleh.

A la vez, la familia de la periodista estadounidense-palestina Shireen Abu Akleh, muerta por disparos israelíes, vio por televisión la visita de Biden entre la rabia y la frustración por un Gobierno que, tras eximir a Israel de la responsabilidad, le ha negado un encuentro en este viaje. Solo se ha limitado a invitarla a la Casa Blanca, en Washington.

Las leves críticas a la incesante extensión de las colonias no llegan a molestar a Tel Aviv y la asistencia económica a los palestinos no ha alcanzado las cifras anteriores a su anulación. Lo que sí ha aumentado es el apoyo a Israel, que recibe 3.800 millones de dólares anuales, y del que Biden se enorgulleció en “The Washington Post”.

Este año, además, lo ha aumentado en 1.000 millones más para el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.

Y ayer el ministro de Defensa israelí, Beny Gantz, presentó a Biden en el mismo aeropuerto el nuevo sistema antimisiles de tecnología láser Iron Beam capaz de destruir objetivos en movimiento, sobre todo drones, con un coste mucho menor que el Cúpula de Hierro, y para el que espera recabar más apoyo.

Bolton se jacta de haber organizado golpes de Estado

John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, se jactó de haber participado en la organización de golpes de Estado, al ser entrevistado en la cadena CNN para hablar sobre el asalto al Capitolio. Cuando el periodista Jake Tapper dijo que «no se necesita ser brillante para intentar un golpe», Bolton replicó: «No estoy de acuerdo. Como alguien que ha ayudado a planear golpes de Estado, no aquí, sino en otros países, puedo decir que requiere de mucho trabajo». Rehusó comentar «casos específicos», pero acto seguido citó la crisis política de Venezuela de 2019. GARA