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EURO 2022

De Paijkull a Fuhrmann, más de tres décadas y todavía pioneras

El testigo de la primera mujer que se hizo cargo de una selección llega hasta la primera entrenadora austríaca que obtuvo el carnet UEFA Pro.

Fuhrmann ha guiado a Austria a su segunda Eurocopa. (F. FIFE AFP)

De los 16 banquillos de esta Eurocopa, seis están ocupados por mujeres. Es el mayor número de seleccionadoras en la historia del torneo, que ya se alcanzó en la edición anterior, aunque proporcionalmente ha habido tiempos mejores. De lo que no cabe duda es que, pese a las tres décadas largas que han pasado desde que la sueca Gunilla Paijkull se convirtió en la primera mujer en hacerse cargo de una selección nacional, el proceso de incorporación de las entrenadoras a los banquillos, sobre todo de entidad, es tan penosamente lento que todavía se sigue hablando de pioneras.

Es el caso de Irene Fuhrmann, la última en recoger el testigo de Paijkull para debutar en la Eurocopa. La seleccionadora austríaca es la primera, y todavía única, mujer de su país que obtuvo la licencia UEFA Pro. Y no le ha bastado con el título. Ha tenido que recorrer un largo camino para llegar hasta el puesto, al que accedió en julio de 2020 en sustitución de Domink Thalhamer. Fuhrmann había sido su ayudante durante una década y antes había ejercido la misma función otros tres años con Ernst Weber tras poner fin a una carrera como futbolista que desarrolló casi en su totalidad en el Landhaus Wien y le llevó a vestir la camiseta nacional. Como jugadora no llegó a disputar ningún gran torneo internacional, pero como seleccionadora ha conseguido que Austria compita por segunda vez en su historia en una Eurocopa.

Entre las otras cinco seleccionadoras que le acompañan en Inglaterra tampoco faltan las pioneras. Lo es la anfitriona, Sarina Wiegman, un espejo en el que se miran muchas entrenadoras. Ya destacó como jugadora, convirtiéndose en la primera futbolista holandesa en alcanzar el centenar de internacionalidades y también por haber seguido jugando tras ser madre. No dejó el fútbol en activo hasta el nacimiento de su segundo hijo y pasó casi de inmediato a los banquillos, donde prolongó, con éxito rotundo, el camino que había abierto su paisana Vera Pauw algunos años antes. En 2017 disputó su primer gran torneo al frente de la selección nacional y guió a Países Bajos a su primer título, la Eurocopa de la que fue anfitriona. Y dos años después, solo Estados Unidos le dejó sin el oro mundial. Logros que ahora intenta repetir en Inglaterra.

Algo a lo que aspira Corinne Diacre con una Francia que sigue sin plasmar en resultados toda la calidad de sus futbolistas. La seleccionadora gala ya disputó dos Eurocopas a las órdenes de Elisabeth Loisel, la única mujer que había ocupado el cargo hasta su llegada. Tras colgar las botas pasó a los banquillos, se convirtió en la primera entrenadora francesa en obtener el título profesional y lo estrenó de inmediato, convirtiéndose también en la primera que se hacía cargo de un equipo profesional masculino, el Clermont Foot 63. Quienes lo consideraron una excentricidad de la directa se callaron pronto porque en su primera temporada dejó al equipo en su mejor clasificación en tres años y la campaña posterior la mejoró y fue elegida la mejor entrenadora de Segunda por France Football. Dejó el equipo para hacerse cargo de la selección, en la que, de momento, ha tenido más polémicas que buenos resultados.

No le faltan a Martina Voss Tecklenburg aunque todavía se le resistan con Alemania. Tras una brillante carrera como jugadora guió al Duisburgo a conquistar una Champions League antes de hacerse cargo de la selección suiza, en la que hizo historia clasificándola por primera vez para disputar el Mundial y la Eurocopa. Una trayectoria que le abrió las puertas de su selección, huérfana de líder tras la marcha de Silvia Neid.

Como Voss y Wiegman, Anna Signeul puede presumir de disputar la Eurocopa con dos equipos diferentes. En 2017 lo hizo con Escocia, a la que clasificó para el torneo por primera vez en su historia. Ahora lo hace con Finlandia, a la que trajo de vuelta al torneo tras perderse la última edición, eliminando por el camino precisamente a las escocesas.

También protagonizó un regreso Milena Bertolini, la sexta mujer en los banquillos de esta Eurocopa. Es su debut en el torneo como seleccionadora, y de momento con no demasiada fortuna, pero en 2019 clasificó a Italia para el Mundial por primera vez en veinte años.

17 mujeres, seis oros consecutivos

Han sido solo 17 las mujeres que se han sentado en el banquillo a lo largo de las trece ediciones, incluyendo la actual, de la Eurocopa.

Hubo que esperar hasta la tercera edición, en 1989, para que abriera la puerta la sueca Gunilla Paijkul, la primera seleccionadora nacional de la historia. Desde 1997, nunca han faltado. En 2001 y 2005, fueron mayoría: cinco de las ocho selecciones participantes estaban dirigidas por entrenadoras.

El número de equipos aumentó pero el de seleccionadoras se redujo en las dos ediciones posteriores, pese a lo cual casi copan el podio. Silvia Neid ganó el título con Alemania en ambos torneos, Hope Powell -con su récord de cuatro Eurocopas en el banquillo- llevó a Inglaterra a la plata en el de 2009 y Vera Pauw con Países Bajos primero y Pia Sundhague con Suecia después completaron el podio.

El palmarés de Neid solo lo mejora su paisana Thina Teune, que conquistó las Eurocopas de 1997, 2001 y 2005. En 2017 fue Sarina Wiegman la que se colgó el oro con Países Bajos, lo que supuso el sexto triunfo consecutivo para una selección dirigida por una mujer. A.U.L