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Erdogan no logra el apoyo de Putin y Raissi para su ofensiva en Rojava

Los presidentes de Irán, Ebrahim Raissi, de Rusia, Vladimir Putin, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunieron ayer en Teherán para abordar el futuro de Siria, y también la guerra en Ucrania y su impacto en la economía mundial, en una cumbre en la que el turco buscó, sin lograr, el apoyo de sus homólogos para su ofensiva en Rojava.

Putin, Raissi y Erdogan posan antes del inicio de su reunión. (Sergei SAVOSTYANOV SPUTNIK | AFP)

Desde hace dos meses el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenaza con lanzar una nueva operación militar contra las fuerzas kurdas Unidades de protección del pueblo (YPG) en Rojava, el Kurdistán dentro del Estado sirio, entre las ciudades de Tel Rifaat y Manbij, donde dice querer crear una «zona de seguridad» de 30 kilómetros en la frontera. Una operación a la que, en principio y al menos públicamente, se oponen Teherán y Moscú, con cuyos mandatarios, Ibrahim Raissi y Vladimir Putin, respectivamente, se reunió ayer en la capital iraní. Al término de la séptima cumbre del llamado proceso de Astaná, las tres partes emitieron un comunicado en el que abogan por «una solución pacífica sin interferencia extranjera» como única salida para el conflicto en Siria.

Insistieron en que después de 11 años, «la única solución a la crisis es política, y la acción militar no solo no es una solución, sino que también conduce al deterioro de la situación». Criticaron las sanciones unilaterales de algunas potencias internacionales, mencionando en concreto a EEUU.

Subrayaron, además, su compromiso con la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Siria y reafirmaron su apoyo «al pueblo y al Gobierno de Siria con mayor fuerza», invitando a la llamada comunidad internacional a garantizar el regreso de los refugiados a sus hogares.

En este punto, Putin incidió en que la región nororiental de Siria, donde «con el apoyo de varios países se intenta consolidar la presencia militar extranjera ilegal e incitar sentimientos separatistas», debe volver a estar bajo el control del Gobierno sirio.

La anunciada incursión turca sería el prólogo a una operación «paso a paso en otras regiones» del norte de Siria contra el autogobierno kurdo. Desde 2016, Erdogan ha ordenado varias ofensivas en el norte de Siria con el objetivo de reemplazar a los kurdos con poblaciones árabes desplazadas por el conflicto y por milicias proturcas.

Aunque Erdogan considera que no necesita la «autorización de nadie» para lanzar esa invasión, el papel de Irán y Rusia es vital para su empresa. Busca el apoyo de Moscú porque es el principal aliado del presidente sirio, Baashar al-Assad y la fuerza militar dominante de la zona que Turquía quiere controlar, y también el acuerdo tácito de Teherán por la presencia de milicias proiraníes en torno a Tel Rifaat, al norte de Alepo.

Rusia e Irán se muestran reticentes porque temen que una nueva intervención provoque «un deterioro peligroso de la situación en Siria», pero Erdogan dijo ayer que Turquía espera el apoyo de ambos y subrayó que «las palabras no son suficientes. Lo que esperamos de Rusia e Irán es su apoyo frente al terrorismo», insistió tras citar a los principales movimientos kurdos que operan en Rojava, donde volvió a amenazar con intervenir.

Los tres países lanzaron en 2017 el llamado proceso de Astaná, cuya próxima reunión -para la que no se ha revelado la fecha- se celebrará en Rusia.

Exportación de grano ucraniano

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, abordaron también en Teherán la exportación de cereal retenido en los puertos ucranianos, aunque sin alcanzar un acuerdo final.

Putin señaló que la conversación no sirvió para resolver por completo las diferencias al respecto de la exportación de alimentos, si bien puso en valor la mediación de Erdogan, que busca negociar un acuerdo pacífico en la guerra en Ucrania, así como ayudar a las negociaciones para desbloquear la salida del grano ucraniano a través del mar Negro. «Con su mediación, hemos avanzado», apuntó, según recogió la agencia de noticias rusa TASS.

La UE quiere desbloquear fondos bancarios rusos

La Comisión Europea propuso ayer desbloquear algunos fondos de los bancos rusos congelados por las sanciones occidentales para ayudar a reanudar el comercio de productos agrícolas y alimentarios, según un documento al que tuvo acceso AFP. Los países miembros «quieren dejar bien claro que no hay nada en las sanciones que esté frenando el transporte de grano fuera de Rusia o Ucrania», dijo a la AFP un diplomático de la UE bajo condición de anonimato. El borrador de la propuesta forma parte de la última actualización de sanciones negociada por los 27. Para que se adopte y entre en vigor se necesita su aprobación unánime. En ese caso, la excepción se aplicaría a bancos que se incluyen en la lista de las sanciones impuestas por la UE cuando esos «fondos o recursos económicos sean necesarios para la compra, importación o transporte de productos agrícolas y alimentarios, incluidos el trigo y los fertilizantes».GARA