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La Mesa del Parlament suspende a Laura Borràs como presidenta

ERC y la CUP, junto al PSC, votaron ayer a favor de la suspensión de Laura Borràs como diputada y presidenta del Parlament de Catalunya, después de la decisión del TSJC de enviarla a juicio por, presuntamente, fraccionar contratos cuando dirigía la ILC.

Laura Borràs, al inicio de la reunión de la Mesa del Parlament. (Lorena SOPENA | EUROPA PRESS)

La Mesa del Parlament aprobó ayer, con los cinco votos de PSC, ERC y CUP, frente a uno en contra de JxCat, suspender a Laura Borràs como diputada y presidenta de la Cámara catalana, tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de enviarla a juicio por, presuntamente, fraccionar contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).

La votación en la Mesa tuvo lugar después de que, en los últimos días, estos partidos le pidieran a Borràs que se apartara voluntariamente y avisar de que, en caso de no hacerlo, votarían a favor de suspenderla con base en el artículo 25.4 del Reglamento, que obliga a la Mesa a apartar a los diputados que se enfrentan a un juicio por delitos vinculados a la corrupción.

Como consecuencia, Borràs tiene suspendidas «todas las atribuciones como presidenta del Parlament, con efectos desde la adopción del acuerdo», por lo que su suspensión es inmediata y no se requiere de su publicación para que la decisión sea efectiva.

Media hora después de que la Mesa del Parlament acordara su suspensión, Borràs compareció en el despacho de audiencias de la presidencia de la Cámara, para hacer una contundente declaración en la que acusó a ERC y la CUP de no tener «otra expectativa que la autonomía ni otra motivación política que sus respectivos partidos». «Mi suspensión solo beneficia a quienes han apostado por la guerra sucia, pero también hace cómplices a quienes la han ejecutado de manera totalmente gratuita e innecesaria», denunció Borràs, quien dijo ser víctima de un «atropello democrático» por parte de quienes no pueden «disimular su deseo» de hacerla «desaparecer» como adversaria política.