«El Leganés es un club muy familiar en el que aprecian mucho a los jugadores vascos»

Con Imanol Idiakez de entrenador y Ander Murillo formando parte del cuerpo técnico, Iker Undabarrena ha sido el último futbolista en incorporarse a la delegación vasca de un Leganés que casi siempre ha contado con representantes de esta tierra.

Nacido en Gorliz en 1997 y formado en las categorías inferiores del Athletic, Undabarrena llegó a debutar con el primer equipo en la Europa League hace una década con Marcelo Bielsa, cuando apenas tenía 17 años y estaba en el Basconia. Jugó con el Bilbao Athletic en Segunda y tuvo que superar varias lesiones de rodilla para pasar después por Tenerife y Sabadell. Tras una temporada en la Primera División de Portugal con el Tondela en la que disputó 35 partidos y anotó dos goles, ha recalado en el Leganés antes de que se cerrara el mercado.

En su presentación comentó que ha sido una sorpresa su fichaje por el Leganés.

Sí, al inicio del verano sí que hubo interés de equipos, e incluso de Primera en Portugal, pero no se concretaron. Tenía una cláusula con un límite de tiempo para salir del Tondela y justo el antepenúltimo día me llamó el Leganés y no me lo esperaba. El pase se cerró de una forma muy rápida y estoy muy contento.

¿Cómo ha sido la experiencia en Portugal?

Al principio iba con algo de miedo, ya que no conocía el nivel de la liga. Hay equipos como Oporto y Benfica que juegan todos los años en Champions, pero no sabes casi nada sobre los demás y me sorprendió mucho. Han salido jugadores a la Liga como Samuel Lino -cedido por el Atlético al Valencia- y tienen mucho mercado fuera. Es una liga más anárquica, con mucho físico y transiciones rápidas. Es un estilo diferente. Aquí está todo más controlado y es más táctico, no se pasa ningún detalle. Ha sido una experiencia positiva y animaría a otros jugadores a que no tengan miedo a salir fuera.

¿Se ha quedado con un sabor agridulce al alcanzar la final de Copa y descender?

Si hubiéramos logrado mantener la categoría, hubiese sido la mejor temporada en la historia del Tondela. Nunca había alcanzado una final. Fue una pena llegar descendidos, ya que se disputó al acabar la liga y fue un poco bajón. A pesar de todo, se intentó disfrutar lo máximo posible porque es una cosa que no todo el mundo puede vivir y se te va a quedar para toda la vida.

En el Leganés será más fácil la aclimatación, ya que conoce bien la Segunda División.

Conozco la categoría desde que subimos con el Bilbao Athletic. Ahora con 27 años, tengo más poso y tranquilidad a la hora de jugar. Espero que sea una temporada de consagración y poder hacer un buen año, tanto individual como colectivamente.

Tampoco tendrá dificultades para adaptarse a un equipo que ha contado con una amplia representación del fútbol vasco en los últimos años. Además del cuerpo técnico, está el veterano portero Asier Riesgo y son muchos los futbolistas formados en Lezama que han pasado por allí.

Tengo muy buena relación con Sabin Merino y Mikel Vesga. Cuando vine aquí hablé con ellos y me dijeron que iba a estar muy a gusto, que la gente es espectacular y que es un club muy familiar y cercano, muy parecido al Athletic. La gente que lleva aquí tiempo dice que siempre hay algún vasco y que parece que les queremos invadir en tono de broma. Asimismo, Unai Bustinza estuvo muchos años y me hablan maravillas de él. Parece que gusta ese tipo de jugador y de persona porque tenemos unos valores que se aprecian mucho.

Un grupo inversor estadounidense se hizo con la propiedad del Leganés en verano, ¿se han producido grandes cambios en el club?

De momento, han mantenido más o menos lo que es la filosofía del club. Han contado con la gente que trabajaba en el club y no han querido revolucionar todo. Han preferido ir poco a poco y ver cómo funciona el club y el equipo.

Se dice que los nuevos dueños eligieron a Imanol Idiakez basándose en el análisis de datos. ¿Se aplica en el día a día y en lo que pide el técnico?

Se nota que es un entrenador que ha estado en la élite -fue segundo de Emery en el Villarreal- y sabe llevar un grupo. A mí me ha transmitido confianza y me ha pedido que aporte equilibrio en medio campo. Es cierto que cada vez se recurre más a las estadísticas avanzadas, aunque por ahora no me han dicho nada e imagino que irán implantando esa forma de trabajar.

¿Estará muy contento con su debut y la victoria?

Necesitábamos ganar. El equipo hizo méritos para sacar algun punto más, pero no encontrábamos esa pizca de suerte. El Eibar ha mantenido el bloque del año pasado y es uno de los que va a pelear por subir a Primera junto a los tres descendidos -Alavés, Levante y Granada- y equipos que se han reforzado en la parte ofensiva como Las Palmas. Era un partido complicado, se afrontó con personalidad y las cosas muy claras. Son tres puntos para coger un poco de aire y ganar confianza.

¿Qué objetivos se ha marcado el equipo?

Llevo poco tiempo aquí y, después de tres derrotas en las primeras jornadas, no se ha hablado de objetivos. El Leganés estuvo hace dos años en Primera y creo que tenemos que intentar pelear el play off. Luego, dependerá de tener esa parte de fortuna, como ha sucedido en los últimos años con otros equipos que han podido dar la sorpresa.