24 SEPT. 2022 AZKEN PUNTUA El olvido o la ignorancia funcional Amparo LASHERAS Periodista En una manifestación en recuerdo de las personas asesinadas y desaparecidas durante la dictadura de Pinochet, un manifestante chileno, al ser preguntado por un periodista sobre la memoria de aquellos terribles años, contestó con una sola frase: «Estamos en un país acostumbrado a normalizar el olvido». La frase se me quedó grabada porque me pareció desoladora y también una verdad aplastante que no concierne únicamente a Chile. A estas alturas del siglo XXI, el olvido es como una seña de identidad universal. El tiempo del recuerdo colectivo se ha vuelto efímero, volátil… y apenas permanece lo que dura un titular o el esfuerzo de leer cuatro líneas en una red social. Todo lo que sucede pasa con la velocidad del viento, en torbellinos mediáticos que lo arrastran hasta la nada llevándose la memoria, las ideas y también la acción de pensar, sentir e imaginar para no conformarse. El olvido es un estado personal y colectivo de ignorancia funcional en el que ni se sabe, ni se siente, ni se sufre. La realidad más cruel del sistema se ha convertido en una mera circunstancia tangencial. Pero… «el día o la noche en que el olvido estalle… /los recuerdos atroces y los de maravilla/ quebrarán los barrotes de fuego/ y arrastrarán por fin la verdad por el mundo/ y esa verdad será que no hay olvido».