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China consumirá el gas ruso previsto para Europa

Los Gobiernos de Rusia y de China han acordado acelerar la construcción de un gasoducto que une ambos países y que, a través de Mongolia, pretende multiplicar las exportaciones de gas ruso. Moscú y Pekín han apostado por dar un impulso a esta infraestructura tras quedar inutilizado Nord Stream.

Una imagen de archivo de la construcción del gasoducto Power of Siberia 2 (GAZPROM)

China y Rusia van a dar un impulso a la construcción del gasoducto Power of Siberia 2, que conectará ambos países a través de Mongolia. Así lo acordaron los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, en el encuentro que mantuvieron hace unas semanas en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, en la ciudad uzbeka de Samarcanda. El ministro ruso de Energía, Alexander Novak, confirmó entonces a la cadena Rossiya1 el cambio de estrategia energética al asegurar que este nuevo gaseoducto «reemplazará» al Nord Stream 2, que debía comunicar Rusia con Europa, pero cuya puesta en marcha fue descartada a raíz del conflicto en Ucrania.

Además, Novak explicó que estaba prevista la firma de nuevos acuerdos sobre la entrega de «50.000 millones de metros cúbicos de gas» anuales a través del futuro gaseoducto Power of Siberia 2, volumen que representa casi la capacidad máxima del Nord Stream 1 -55.000 millones de metros cúbicos en total-. Aseguró que Rusia recortará este año en unos 50.000 millones de metros cúbicos el suministro a la Unión Europea, el 68%. En 2021, los socios de la UE importaron unos 155.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, el 40% del suministro europeo. Novak indicó también que Gazprom, el operador del gasoducto Power Siberia 1, que une desde finales de 2019 la región de Yakutia con en el noreste de China, «aumentará su suministros» para alcanzar «20.000 millones de metros cúbicos de gas» anuales.

Gazprom tuvo que aumentar su producción gasista en septiembre: en la primera quincena, el gigante ruso produjo 847 millones de metros cúbicos por día, un aumento del 2,1% respecto al mes anterior, según datos recopilados por Bloomberg. Las perspectivas indican que las exportaciones rusas a China alcanzarán entre 15.000 y 16.000 millones de metros cúbicos este año, entre un 45 y un 55% más que los 10.400 millones del año anterior. A pesar de ello, la producción total hasta medidados de septiembre seguía siendo un 16% inferior a la de 2021.

En 2025, cuando habrá alcanzado su capacidad máxima, este importante gaseoducto llevará 61.000 millones de metros cúbicos anuales de gas ruso a China, más que el Nord Stream 1. De esa cantidad, 38.000 millones serán destinados a China, según los acuerdos previos firmados.

GAS RUSO A EUROPA, VÍA CHINA

El diario económico japonés “Nikkei” publicó que si las reservas actuales de gas en Europa son del 80% es -parcialmente- gracias a las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de China. En lo que va de año, las empresas chinas han vendido 4 millones de toneladas de GNL en los mercados internacionales, lo que representa alrededor del 7% del consumo de gas de Europa durante la primera mitad del año. «Si Europa compra gas licuado de China, entonces sí, parte de este puede ser ruso», afirmó Anna Mikulska, del Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, a la cadena pública alemana Deutsche World.

Una de las evidencias que muestran la aceleración de las exportaciones de gas de las empresas chinas al exterior -y concretamente a Europa- es la de la compañía Jovo, un broker del gas, que hizo pública recientemente la venta a un empresa europea de un cargamento de GNL por valor de más de 100 millones de euros. Pese a que esta venta podría ser la excepción que confirma la regla, expertos en energía advierten de que en ningún caso Europa puede confiar en el gas ruso procedente de China ya que no solo su capacidad de exportar es muy limitada, sino que cuando la economía china deje de tener confinamientos que paren su actividad, el gigante asiático necesitará todo el gas del que pueda disponer para satisfacer su demanda interna, tanto la doméstica como, especialmente, la industrial.