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Arrecia la persecución del Ejército israelí contra La Guarida de los Leones

El Ejército israelí mantiene y endurece la persecución contra el grupo palestino La Guarida de Los Leones. Tras la operación en la que mató a seis personas el martes, centrada en la bloqueada ciudad de Nablús, ayer continuó con las redadas y detenciones para acabar con esta nueva milicia que ha cobrado fuerza en las últimas semanas.

Soldados israelíes, en un control al sur de Nablús. (Menahem KAHANA | AFP)

Después de la sangrienta operación del martes en Nablús, el Ejército israelí continuó ayer las redadas y operaciones en varios puntos de Cisjordania con el objetivo de acabar con la milicia La Guarida de los Leones, un grupo que actúa al margen de las facciones tradicionales palestinas y que ha reivindicado varias acciones en las últimas semanas.

Durante la noche del martes detuvo a otros 18 palestinos de los que dijo que tres son miembros de la milicia y los otros quince, sospechosos. Las fuerzas israelíes señalaron que se trata de la mayor operación puesta en marcha después de que 19 personas «hayan muerto en ataques palestinos» este año contra puestos de control del Ejército, tropas israelíes y civiles.

Pero las operaciones israelíes son constantes desde hace meses y han provocado ya más de 2.000 arrestos y 132 muertos, incluidos menores y civiles desarmados como la periodista Shireen Abu Akleh.

La ciudad de Nablús está bloqueada por el Ejército desde hace dos semanas con duros controles militares sobre cualquier movimiento.

En las últimas semanas se ha centrado en la persecución de la nueva milicia y el martes provocó la jornada más sangrienta con seis muertos.

Aunque Israel asegura que los fallecidos eran milicianos, La Guarida de los Leones solo reivindicó como miembro a Wadi Houth, uno de sus líderes, y medios palestinos apuntan a que al menos dos de los fallecidos eran civiles. El Ejército afirmó que también desmanteló un laboratorio de artefactos explosivos. Entre los detenidos ayer se encuentra Mohammed al-Nablusi, líder del grupo y hermano de Ibrahim al-Nablusi, cuya muerte durante una operación israelí en agosto lo convirtió en un icono de la juventud palestina en la creación de la milicia.

La escalada israelí llegó a forzar una declaración del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken ante el presidente de Israel, Isaac Herzog, de visita en Washington. Eso sí, con la vaguedad suficiente para evitar comprometer a su aliado y limitándose a «instar a todas las partes» a «intentar reducir la violencia y evitar acciones o declaraciones que la inciten». A la vez, elogió el «importante trabajo» como socios de EEUU e Israel.

A su vez, Herzog agradeció a Blinken el apoyo estadounidense en foros internacionales -en los que respalda que no rinda cuentas por sus acciones-. También destacó el rol de Arabia Saudí, aunque aclaró que se refería al punto de vista israelí y no a la reciente disputa con EEUU por el recorte en la producción de petróleo.