Bidasoa-Irun arrolla a Anaitasuna en Artaleku

Tras un inicio de temporada titubeante, el Bidasoa-Irun encontró la fórmula para ser competitivo justo en el derbi vasco de Artaleku, donde avasalló a un Anaitasuna desconocido que chocó contra el portero polaco Jakub Skzyniarz una y otra vez.

El conjunto navarro, con bajas sensibles en su primera línea y en crisis de confianza tras perder tres de los últimos cuatro partidos, entró bien al encuentro y todo apuntaba a un choque igualado en el que el Bidasoa iba a tener que sudar para poder quedarse con los puntos.

No se cumplió el guión, ya que desde los primeros minutos los locales se desataron con un balonmano pleno de acierto en ataque, con el veterano Julen Aginagalde, Asier Nieto y Mitic enchufados para establecer un peligroso 9-4 para el bloque que entrena Quique Domínguez, parciales que parecían contradecir los pronósticos que abocaban este encuentro a la máxima igualdad.

Los navarros no estaban finos ofensivamente, cometiendo un sinfín de pérdidas, mérito sin duda de un Bidasoa que defendía de forma muy notable. Jakub se hacía grande en la portería, por encima del 40% en el primer tiempo, y el marcador continuó en guarismos superiores a los cinco goles de ventaja que permitieron a los amarillos irse al descanso con un panorama tranquilizador para sus intereses.

Anaitasuna estaba obligado a una remontada casi histórica porque dar la vuelta a una desventaja de ocho goles en Artaleku es una tarea casi imposible para cualquier equipo, los irundarras además seguían lanzados y como el polaco Jakub también continuaba enorme bajo palos, las ventajas no bajaron y los de Iruñea empezaron a verlo imposible según avanzaba el segundo tiempo.

El 30-20 a diez minutos del final era explícito e ilustraba la imposibilidad de los navarros de tener opciones reales en este encuentro, mientras el conjunto guipuzcoano pudo vivir un plácido final reservando fuerzas de cara al difícil compromiso del próximo martes ante el Fuchse Berlín en la Liga Europea.