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Londres prorroga el plazo límite para convocar elecciones en el norte de Irlanda


El Gobierno británico anunció ayer que prorrogará en hasta doce semanas el plazo límite para convocar unas elecciones anticipadas en el norte de Irlanda, en crisis por la suspensión del Ejecutivo de poder compartido entre nacionalistas y unionistas debido al boicot del Partido Democrático Unionista (DUP).

El ministro británico para el norte de Irlanda, Chris Heaton-Harris, también avanzó que Londres, como medida de presión, reducirá en torno a un tercio el salario de los diputados norirlandeses mientras dure la parálisis.

El bloqueo unionista impidió restaurar el Gobierno norirlandés en el plazo fijado del 28 de octubre, lo que llevó a Heaton-Harris a anunciar que convocaría comicios anticipados, si bien no precisó la fecha para la nueva cita. Ayer recordó en el Parlamento británico que su «obligación legal» es celebrar elecciones, pero reconoció que «pocos las quieren» y que el consenso generalizado es que «no cambiarán nada». «Por eso, introduciré nueva legislación para establecer una prórroga corta y directa al periodo de formación de un Ejecutivo», declaró.

Tras el fracaso de octubre, el ministro tenía un plazo de doce semanas para convocar los citados comicios, como muy tarde a mediados de enero, mientras que las prórrogas anunciadas ayer le permiten llevar esa cita hasta mediados de abril.

Para entonces, el Ejecutivo británico confía en que habrá avances en las negociaciones que mantiene con la Unión Europea (UE) sobre el protocolo del Brexit para el norte de Irlanda, que, según el titular irlandés de Gasto Público, Michael McGrath, «parecen estar avanzando».

El unionista DUP, segunda formación, se niega a formar Gobierno con el nacionalista Sinn Féin, ganador de las elecciones del pasado mayo, hasta que Londres y Bruselas no acuerden una reforma radical del citado protocolo.

En este contexto, los sondeos prevén que ambas formaciones obtendrían resultados similares en unos nuevos comicios, lo que prolongaría la parálisis y agudizaría el malestar ciudadano con los políticos locales en un momento de grave crisis económica.