GARA Euskal Herriko egunkaria
PEQUEÑA FLOR

Todo en un día y vuelta a empezar


El firmante de la también reciente “Argentina 1985” aborda una historia más humilde en sus pretensiones que el título citado anteriormente pero que, tal vez, se amolda mucho mejor a sus propias inquietudes. “Pequeña flor” gira en torno a un dibujante de origen argentino que comparte residencia en el Estado francés junto a su compañera sentimental y su hija recién nacida. La trama arranca en el punto de inflexión en el que se encuentra su protagonista, el cual se quedó si trabajo y debe hacer frente a una crisis de pareja. Cuando todo parece ir cuesta abajo, asoma a su vida un singular vecino que le descubrirá algo que se escapa a cualquier tipo de lógica, un bucle temporal en el que instalará y que, con el paso de los días, domesticará hasta tal punto que tendrá tiempo para salvar su relación, cuidar del bebé y, de paso, asesinar a su infausto vecino. Todo ello de manera ininterrumpida.

Un día más

Llegados a este punto salta a nuestra retina del recuerdo y de manera inmediata, aquella joya de Harold Ramis titulada “Atrapado en el tiempo” y en la que Bill Murray era el sujeto gris y amargado que aprendió a domesticar un día ininterrumpido. El tono empleado por Santiago Mitre se ajusta a la comedia negra lindante a los territorios de lo fantástico y que incluye en su tramoya diversas cuestiones muy interesantes, sobre todo las relativas a la dictadura de la mecánica cotidiana. Otro elemento destacado del filme radica en su apuesta por desconcertar al espectador mediante situaciones que dan un giro imprevisto. El resultado es una propuesta ácida que tiene mayor empaque del que aparenta.