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Ucrania dice estar preparándose para una nueva invasión rusa desde el norte

Mientras Moscú sigue acumulando fuerzas y multiplicando los ejercicios conjuntos con el ejército bielorruso, Kiev agita el latiguillo de otra invasión desde el norte, que podría materializarse en apenas dos meses, mientras sigue pidiendo armas, cada vez más letales y de mayor alcance, convencida de una victoria sin paliativos contra Rusia.

Sergei Surovikin, comandante de la operación militar rusa en Ucrania, con Sergei Shoigu, ministro de defensa de Rusia. (Gavriil GRIGOROV | AFP)

La prensa británica se ha convertido en el altavoz de los máximos mandos militares ucranianos para las audiencias globales. Si hace unos días el semanario “The Economist” publicaba una entrevista con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny, ayer “Sky New” publicaba otra con el general Andrii Kovalchuk, comandante del Mando Operativo “Sur”, en la cual insistió en que, según los datos de Inteligencia que manejan, «Rusia está preparando una nueva invasión desde Bielorrusia» y no descartó que pueda comenzar «el 24 de febrero», coincidiendo con el aniversario de la guerra, o de la operación militar especial como la llaman los rusos.

La publicación de la entrevista coincidió con la reunión que Vladimir Putin mantuvo en el Cuartel General del Ejército ruso con el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, el jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, el comandante de la operación militar en Ucrania, Sergei Surovikin, en el mismo día en que el territorio ucraniano era blanco de bombardeos masivos rusos.

Previsión y preparación

Preguntado Kovalchuk si las fuerzas rusas volverán a intentar invadir Ucrania desde el norte, el este y el sur, el comandante respondió que «sí, prevemos tales escenarios. Nos estamos preparando para ello. Vivimos con la idea de que volverán a atacar. Estamos considerando una posible ofensiva desde Bielorrusia a finales de febrero. Miramos dónde acumulan fuerzas y medios. Nos estamos preparando. Minamos ciertas áreas y preparamos defensas fiables en otras». Y advirtió que en caso de materializarse tal hipótesis, «no será como el pasado 24 de febrero, donde los rusos simplemente entran, sin ningún obstáculo».

El comandante del Mando Operativo “Sur” de las Fuerzas Armadas de Ucrania advirtió que «los combates más feroces aún están por llegar» y pidió a los aliados occidentales que apoyen a Ucrania con armas más letales, incluidas las bombas de racimo, sobre las cuáles más de 100 países firmaron un tratado internacional que las prohíbe, aunque docenas de países, y en especial EEUU, aún no son signatarios. «Necesitamos más armas, no un rifle de asalto, sino una ametralladora; no un proyectil, sino una munición en racimo. Hay una reacción proporcional a las acciones del enemigo. Estamos seguros de que nuestros socios nos ayudarán en este asunto».

Hasta Crimea

En cuanto a los próximos objetivos de las fuerzas ucranianas, el comandante Kovalchuk afirmó que los planes pasan por recuperar «cada centímetro cuadrado de nuestro territorio» y especialmente por «reconquistar» Crimea. Dijo que «Crimea es imprescindible, y es solo cuestión de tiempo».

En un tono un tanto eufórico, aunque se negó a fijar un feca concreta «para la victoria», insistió en que esperaba que fuera pronto, «me gustaría resolver todos los problemas este año. Pero creo que el próximo año llevaremos todo a una conclusión lógica».

Un «regalo» ucraniano hiere al jefe de la Policía de Polonia

Por un instante, la noticia recordó a la del misil ruso que terminó siendo ucraniano y cayó en territorio polaco matando a dos ciudadanos. Entonces, con Zelensky como vocal del coro, se intentó presentar como una agresión militar que daría argumentos para una respuesta de la OTAN en su conjunto. El Ministerio de Interior de Polonia ha confirmado que Jarosław Szymczyk, comandante en jefe de la Policía, resultó herido y fue trasladado al hospital cuando un «regalo» que recibió durante una visita a Ucrania explotó en la sede policial central en Varsovia.

Los medios polacos informan que el «regalo» era un lanzagranadas y que el propio Szymczyk, en una grave violación de las normas de seguridad, lo habría disparado accidentalmente en su oficina. Por su parte, La Fiscalía confirmó que está investigando «un hecho consistente en provocar sin querer una liberación violenta de energía que amenazó la vida de personas o bienes». Y adelantó que hubo tres víctimas, incluido Szymczyk, sin dar detalles sobre sus heridas. GARA